Independiente se aferró al empate ante un Unión que en el primer tiempo demostró carencias en su última línea, pero los de Omar De Felippe no atacaron en todo el complemento. Ahora, a rezar porque falta jugar Instituto y se pueden acercar muchos equipos.
Independiente arrancó aguantando algunas arremetidas de Unión, que intentó generar fútbol por las bandas y presionando en el mediocampo. Sin embargo, de a poco se fue acomodando el equipo de Omar De Felippe, tomó la pelota en la zona de volantes y emprendía el camino hacia el arco rival. Claro, le faltó precisión en los últimos metros y por eso no pudo marcar la diferencia.
El Tatengue todas las que tuvo fueron de pelota parada y en ninguna tuvo el Ruso Rodríguez que salvar a su equipo. Mostró seguridad, pero las chances de Unión se diluían casi sin peligro. Enfrente, Independiente encontró algunas desatenciones en el fondo local y así creó.
Lo tuvo a los 8. Federico Mancuello le robó la pelota dentro del área a Gerlo, lo habilitó a Facundo Parra al que no le quedó para darle al arco y lo habilitó a Daniel Montenegro, quien tampoco le pegó de una y al querer abrir para Martín Zapata se diluyó la opción. Unos minutos después fue justamente el 9 el que le dio de lejos y Castro respondió para mantener el cero.
Independiente penó la carencia de precisión y de velocidad de resolución del Rolfi, quien tuvo tres chances de poder dañar al rival y las perdió. Su compañero de ataque, Facundo Parra estuvo muy atento, pero no tuvo la posibilidad concreta de marcar. Así se fue el primer tiempo, sin goles, con dos equipos que insinuaron, pero que se quedaron sólo en eso.
En el complemento, lamentablemente Independiente no hizo nada por ganarlo. Es más, pareció que de a poco se fue aferrando a la valla en cero, al punto y a la posibilidad de llevarse tan sólo eso, porque ni de contra lastimó. Lo cierto es que el arquero de Unión casi ni la tocó.
En cambio, el local fue creciendo de a poco. Empezó a dañar y mucho por el sector de Gabriel Vallés que claramente se vio desbordado. Aleman, el mejor de Unión, hizo pie en el costado derecho y desde ahí generó.
Sin embargo, las mayores preocupaciones llegaron cuando Unión tuvo la pelota parada. Desde allí dañó y en alguna ocasión fue el Ruso Rodríguez y los centrales los que mantuvieron el cero en el arco. Hubo una jugada en la que el Tatengue marcó el gol y si bien el jugador estaba habilitado, la acción fue muy fina y el juez de línea marcó fuera de juego y anuló la instancia.
En fin, el empate en cero se dio porque en el primer tiempo el Rojo no se animó a ganarlo y en el complemento Unión tuvo chances (como la de Aleman que le erró a la pelota) para también obtener los tres puntos, pero no las aprovechó.
Se hablará de punto inteligente y que para revalidarlo habrá que ganar de local. Lo cierto es que Instituto si gana lo deja fuera de la zona de ascenso y el panorama se vuelve a poner oscuro, porque lo único que importa es volver a Primera y si no se gana, el camino será más que arduo.
