En su inicio como DT del Rojo, Falcioni prometió que el equipo iba a ser seguro, firme, punzante y creador y, de a poco, eso se va dando.
No exceptúa a la última derrota ante Vélez. Lamentablemente, hoy no se gana con merecimiento pero sirve para analizarlo. Independiente ya no es lo mismo que en el último semestre. Si paramos la pelota y miramos un poco para atrás, por la Copa Diego Armando Maradona, el Rojo fue de los peores equipos del campeonato. Hoy y a esta hora, es el único grande que clasifica a la fase final.
Cuando recién comenzó, Falcioni aseguró que iban a hacer lo posible para convertir a este plantel en cosa seria. Asegurándolo de atrás para adelante. Dándole dinámica y generación de juego en el mediocampo y siendo punzantes y contundentes en la línea ofensiva. Y eso que es poco tiempo de trabajo. Julio Cesar lo marcó en su momento: a medida que pasen los partidos, Independiente va a volver a tener el respeto que se merece.
Y que mejor que estas semanas que está atravesando el plantel para comprobarlo. Ya pasó el Fortín, donde el Rojo cayó injustamente; ahora se viene Boca, luego Talleres y en la siguiente, visitando a Racing. Todos son partidos duros y dos de ellos son clásicos.
Habrá que esperar, pero lo cierto es que de a poco este equipo se va afianzando, va tomando coraje y confianza, mezclando la experiencia de los más grandes con la dinámica de los jóvenes, conectando líneas y por consiguiente, volviendo a ser un equipo serio. Una promesa que va en camino a cumplirse.
