Hilario Navarro: Nada que hacer en el gol de tiro libre. Atajó un penal clave aunque en el gol de Regueiro pareció que podía haber hecho algo más.
Carlos Báez: Todo el temple del “paragüa” cuando el partido más caliente estaba. Duro en el mano a mano.
Julián Velázquez: Le tocó bailar con la más fea y se la bancó bien, al margen de que en alguna ocasión fue superado en velocidad.
Leonel Galeano: También parejo como el resto de la defensa. En algún momento abusó del pelotazo pero completó una noche aceptable.
Iván Vélez: Perdido. No terminó bien las jugadas, al margen de mostrarse siempre como opción de pase. No fue su noche.
Cristian Pellerano: Quedó desacomodado en la jugada previa al tiro libre del gol, sin embargo pidió mucho la pelota y siempre intentó darla redonda.
Hernán Fredes: No jugó al nivel que venía llevando. Perdió una pelota clave que derivó en el segundo tanto del Grana.
Maxi Velázquez: Similar a Vélez. Sin terminar bien las jugadas, con centros inoportunos. Pero metió un buen gol de cabeza que encendió la esperanza Roja.
Leandro Gracián: Si habitualmente, a pesar de su inteligente juego, se lo tilda de lagunero, en este partido podemos hablar de un Océano Pacífico quizás. Casi que no incidió en el desarrollo del partido.
Lucas Villafañez: Muy participativo pero a la vez muy errático. No fue su noche, pero vale el intento constante.
Facundo Parra: Luchó como siempre y fue víctima de dos penales que no fueron sancionados.
Patricio Rodríguez: Vertiginoso. Le dio al equipo algo de la profundidad que le faltó en el primer tiempo.
Andrés Silvera: Sirvió para pivotear y abrir el juego en 3/4 de cancha
Nicolás Cabrera: Dos centros picantes suyos pudieron haber significado la igualdad.
Antonio Mohamed: Al margen del injusto resultado, supo leer el partido, hizo los cambios que el cotejo pedía y que muchas veces lo criticamos por no hacerlos. Fue al frente. Y la gente se lo reconoció al equipo a pesar de la derrota.
