Hilario Navarro: Atajó tres pelotas clave en los últimos minutos, quizás con un dejo de fortuna, pero con el mérito de estar parado siempre en el lugar preciso.
Carlos Matheu: Perdió más de lo que ganó en el mano a mano, sin embargo no tuvo una mala noche.
Eduardo Tuzzio: En la semana que se cumplieron los 20 años del retiro del Bocha, el Señor se mimetizó con el máximo ídolo y metió un pase “bochinesco” en el gol de Parra.
Leonel Galeano: Uno de sus peores partidos en Primera. En el primer tiempo erró pases fáciles y cometió un error increíble en el empate de San Lorenzo.
Iván Vélez: El colombiano no para de correr. A veces no tiene criterio o carece de buena técnica para terminar las jugadas (sobre todo los centros), pero tiene una enorme voluntad.
Cristian Pellerano: Trató de darle claridad al equipo y en gran parte lo logró. En el complemento se cansó y Mohamed decidió reemplazarlo antes de que fuera posiblemente expulsado.
Hernán Fredes: No fue el de La Boca. Intentó siempre pero perdió muchas. Le faltó algo de profundidad. Sin embargo tuvo un aceptable partido.
Maxi Velázquez: Lento e impreciso. Muy dubitativo. En algunos momentos su andar cansino se tornó exasperante.
Patricio Rodríguez: Varias ráfagas donde su juego se hacía imparable para la defensa y mediocampo de San Lorenzo. Fue el mejor del equipo.
Facundo Parra: Corrió una barbaridad y marcó el tanto del Rojo. En algunos pasajes del partido pecó de egoista.
Andrés Silvera: Mala noche para el Cuqui quien tuvo varias situaciones claras y las definió mal.
Lucas Villafañez: Entró picante e intentó siempre. Sin embargo le faltó decidir mejor.
Lucas Mareque: Tuvo varios arranques de los suyos.
Roberto Battión: Entró porque Pellerano estaba agotado y le costó meterse en el partido. De hecho, y a pesar de lo poco que jugó, se lo vio muy mal parado.
Antonio Mohamed: Su equipo fue el único que busco ganar en el primer tiempo. Sin embargo, en el complemento, una vez más los suyos arrancaron pasivos. Después se desordenaron y lo pudieron haber ganado, pero también perdido.