Fabián Assmann: no tuvo mucha tarea pero se lo notó algo inseguro.
Mariano Viola: no pasó sobresaltos y en algunas oportunidades fue salida, aunque le faltó claridad y abusó del pelotazo.
Leandro Gioda: En algunas ocasiones salió a destiempo, pero en el ST, cuando el equipo se quedó con un jugador menos, mejoró el nivel.
Eduardo Tuzzio: el mejor. No perdió casi nunca en el mano a mano y sus salidas siempre fueron elegantes. El refuerzo que más rindió en la temporada.
Guillermo Rodriguez: discreto partido en una posición que no es la suya. Sin embargo, al igual que Gioda, mejoró con la linea de tres post expulsión de Godoy.
Gastón Machín: fue salida, aunque no supo resolver correctamente. Marcó y corrió mucho, sorprendió la sustitución en el entretiempo.
Fernando Godoy: un partido para el olvido del pibe. Nunca le pudo encontrar la vuelta al partido y sufrió un primer tiempo de un inspirado Peñalba. La roja en la jugada del penal fue el postre de una tarde mala.
Hernán Fredes: no ayudó en nada a Godoy, ni marcando ni jugando. Flojo partido del volante que no termina de dar su último golpe de horno.
Leonel Rios: irregular como toda su carrera. Tuvo momentos en los que pareció ser el conductor del equipo y otros en los que no apareció. No obstante no se entiende el cambio de Gallego.
Daniel Montenegro: fue, de mitad de cancha para adelante, el jugador más claro del equipo, aunque eso no le alcanzó para decir que jugó un gran partido, pero fue el responsable, en clara complicidad con Torrico, del empate de Independiente.
Leonel Núñez: no encuentra su posición, no se movió. Tuvo el gol en el segundo tiempo, pero demoró en definir y le cometieron un penal que no fue sancionado.
Emanuel Centurión: lo de siempre. Vértigo e imprecisión.
Ismael Sosa: no pudo hacer nada, no desbordó ni tiro centros picantes.
Patito Rodríguez: uno de los pocos aplaudidos por la hinchada. Intentó ser vertical y lo logró. De él provino la jugada del empate.
