Fabián Assmann: No tuvo mucha tarea. En una de las pocas situaciones de Colón, le concretaron el tanto en el que nada tuvo que hacer. Flojo con los pies.
Eduardo Tuzzio: Tuvo un arranque dubitativo, en el complemento pasó como marcador central definido y mejoró.
Julián Velázquez: Cada día juega mejor. Lamentablemente muchos de sus compañeros no se contagian. No es Beckembauer eh, no es un virtuoso, pero tiene una fuerza, un corazón y una inteligencia que conmueve.
Gabriel Milito: Esta vez si controló bien a los delanteros y dio la salida limpia a la que nos tiene acostumbrados.
Maxi Velázquez: Flojo subiendo y mal en la marca.
Iván Velez: Perdido, nunca pudo entrar en partido.
Cristian Pellerano: Difícil para calificar. Tuvo un primer tiempo pésimo, donde no sólo pierde la pelota que deriva en el tanto de Colón, sino que tuvo varios fallos, con y sin la pelota, que llenaron de dudas al mediocampo. Y en el segundo tiempo, se corrió un poco a la derecha y pareció ser la única carta del Rojo en la busqueda del empate, mediante sus disparos de media distancia. No alcanzó para redondear una buena actuación.
Nicolás Delmonte: Flojo en la marca, e intrascendente con la pelota en los pies.
Osmar Ferreyra: Jugador puteable como pocos. Sus tres centros seguidos pasadísimos enervaron a la gente. Le faltó comprometerse más con el partido. Sin embargo, muy pocas veces pierde la pelota y generalmente la entrega redonda, claro que eso es poco.
Marco Pérez: Intentó aguantar de espaldas a su estilo pero ninguna de sus jugadas llegaron a causas mayores y menos hablar de sus definiciones.
Facundo Parra: Otro que no tuvo una buena tarde, parecía como que tenía un resorte en el pie. La pelota le rebotó mucho.
Matías Defederico: Estuvo más activo que otras veces, pero perdió muchas pelotas.
Fernando Godoy: Entró a reemplazar a un extenuado Delmonte y aportó sacrificio. Nada más.
Leo Núñez: Pocos minutos en cancha.
Ramón Díaz: En su debut no quiso modificar demasiado del equipo que venía jugando, sin embargo y con el resultado adverso, en el segundo tiempo movio piezas que arrinconaron a Colón contra su propio arco.