-Diego Rodríguez (6): en el primer tiempo, tapó varias y sostuvo el arco en cero. En el gol de Defensa, da la sensación que podría haber hecho algo más, pero la mayor responsabilidad es de la defensa. Tres del Rojo lo dejaron cabecear solo al rival. El Ruso queda muy expuesto antes los errores de la zaga.
-Aléxis Zárate (5): en el inicio, estuvo bien. Se complicó con algunas jugadas del complemento. Intentó proyectarse siempre, aunque a veces no con muchas claridad.
-Jorge Figal (4): en el inicio, intentó ser prolijo por abajo. Pero terminó con muchos errores. Mal
-Víctor Cuesta (6): aún con falencias, terminó siendo el más sólido abajo. Dos veces se animó a salir jugando, pero una terminó en nada y otra la perdió.
-Lucas Villalba (5): desprolijo como siempre, pero sin dejar tantos huecos como es usual en él. Bajo
-Franco Bellocq (4): es verdad que necesita compañía en el medio, ya que siempre pierde numéricamente y termina cortando con falta y a destiempo. Pero si da mal todos los pases y genera tantas pérdidas, ya es un problema también de rendimiento individual. Llego a la quinta amarilla y no estará ante San Lorenzo.
-Federico Mancuello (5): aunque no jugó mal, no pudo mantener su enorme nivel del torneo. El tema es que, cuando el capitán no brilla, el equipo lo debe respaldar. Y eso no pasó.
-Matías Pisano (4): no apareció. No desequilibró, perdió muchas pelotas y sólo tuvo un remate cruzado que se fue desviado. Desde que pasó a la titularidad, no logró destacarse.
-Daniel Montenegro (6): a medias. En cuanto a la generación de juego y circulación, el Rolfi aportó lo suyo. Como ante Central, intentó ser la manija del Rojo. Pero en ofensiva, desperdició tres chances clarísimas de remate e hizo una jugada de más. Y luego, tuvo una chance inmejorable para anotar y la tiró al cuerpo del arquero. Ahí se resume por que sólo tiene dos goles en el año. Puede discutirse su salida porque el Rojo se quedó sin alguien que agarrara la pelota, pero tampoco estaba teniendo una tarde soberbia como para no salir. Además, el que entró fue el que marcó el empate. Regular
-Francisco Pizzini (4): al igual que el Enano, no está desbordando ni generando peligro por la banda como antes. Cuesta mucho si el Rojo no logra abrir la cancha por los costados.
-Claudio Riaño (6): las peleó todas, y las ganó casi todas. Hizo un desgaste importante, yendo de afuera hacia adentro. El tema es que el atacante no es un nueve goleador, sino que necesita uno al lado para asociarse. Lamentablemente, cuando entró Lucero, fue él quien salió.
-Juan Martín Lucero (4): venía jugando poco, y poco seguirá jugando si lo hace de esta manera. Sin rebeldía, protagonismo, claridad, nada. Es verdad que no es un jugador de presencia en el área, sino que es más movedizo. Pero no siempre se le darán esos contextos, y él deberá aportar lo suyo. Si no, no suma.
-Martín Benítez (4): como siempre en él, no logró ser punzante por el costado derecho. Además, abusa de la individual. ¿Hasta cuándo?
-Sebastián Penco (6): en pocos minutos, hizo lo que debía. Agarró un rebote para darle un punto al Rojo. Y van varios encuentros así. Bien
-Jorge Almirón (4): es verdad que los resultados dicen que Independiente está ahí de la punta, en la pelea. Pero el entrenador no logra que el equipo logre resultados desde el nivel de juego. Los errores en la defensa, más allá de las individualidades, se repiten sistemáticamente. En el mediocampo, no se entiende como sigue jugando Bellocq -o como lo sigue haciendo en soledad-. En cuanto a los cambios, son discutibles: los que entraron no le dieron frescura al ataque -salvo Penco, claramente-. Pisano y Montenegro, por más que podían tener la pelota, tampoco venían jugando en un nivel descollante. Cada uno puede ponerse de un lado o de otro. Lo que es indiscutible es que, así, va a costar mantenerse arriba. Hay que trabajar para lograr mejoras y regularidad en lo futbolístico.
