-Diego Matías Rodríguez (3): Se viene repitiendo que el Rojo pierde puntos por errores individuales puntuales. Esta vez, el culpable fue el Ruso. En la única llegada de peligro del Lobo, no sólo que no salió a imponer presencia en el área sino que se quedó mirando la segunda jugada y lo pagó carísimo. Si bien tuvo algunas noches sólidos en este torneo, como ante Newell’s Old Boys o Arsenal, hay veces que tiene fallas que se pagan con tantos en contra. Si a Independiente le llegan pocas veces por partido, como en esta ocasión, entonces el arquero tiene que responder cuando lo llaman. Y Diego no sólo que no respondió, sino que se equivocó. Debe volver a su nivel porque esta irregularidad está mermando cada vez más el consenso del hincha. Hay murmullo, y él es el único que lo puede callar.
-Gustavo Toledo (4): Discreto. No fue punzante en sus subidas. No tuvo muchos problemas en defensa.
-Emanuel Aguilera (5): Regular. Tampoco pasó mayores sobresaltos.
-Víctor Cuesta (6): El más confiable para los anticipos aéreos y para la salida por abajo.
-Nicolás Tagliafico (4): Todavía no termina de convencer. Hasta ahora, no tuvo una presentación destacada. Suele proyectarse sin protagonismo, y a veces deja huecos atrás.
-Diego Martín Rodríguez (5): No tuvo un mal nivel, pero tampoco se hizo eje en el medio como otras veces.
-Jesús Méndez (5): Ídem a su compañero en el circulo central.
-Matías Pisano (6): De mayor a menor. Se hace muy previsible que, salvo que le pase el lateral para tener superioridad numérica, va a enganchar para buscar el remate. Gran centro a la carrera para el gol de Albertengo. Poco más.
-Martín Benítez (5): Al igual que el Enano, de más a menos. El único que probó de afuera. Empezó bien; activo y con ganas de protagonizar. Pero en el complemento, no sólo que se fue apagando sino que intentó trasladar de más.
-Lucas Albertengo (6): Gran definición para abrir el marcador. También estuvo más movedizo que en su anterior presentación, ante Godoy Cruz en Mendoza. Nada más.
-Claudio Riaño (5): Otro que insinuó en la primera parte y luego pasó desapercibido. Mucho despliegue y desgaste para exigir la defensa rival. Le hicieron un penal que no le cobraron.
-Gabriel Graciani (4): Abusó de la individual. Nada destacado.
-José Valencia (4): Absolutamente nada positivo. No desborda, no hace uso de su físico ni tampoco de su velocidad. No estuvo muchos minutos, pero no mostró ninguna mejoría ni nada distinto en cuanto a lo que había hecho en sus anteriores encuentros jugados.
-Claudio Aquino (4): No pudo ser la manija. Tampoco estuvo certero en las pelotas paradas.
-Jorge Almirón (5): Ya se van acumulando fechas en las que Independiente tuvo la pelota pero no pudo explotar el dominio para ganar. También se van acumulando fechas en las que Independiente se pone en ventaja y le empatan -y le empatan rápido-. Hay errores individuales -en este caso, del arquero- que no son su culpa. Pero sí tiene cuota de responsabilidad al no poder encontrarle la vuelta -o otorgarle variantes a sus dirigidos- para romper este tipo de situaciones. La ausencia de Federico Mancuello, aunque es de peso específico, no es excusa. Se deben encontrar soluciones en conjunto. El torneo es largo. Larguísimo, si. Pero se van perdiendo puntos en el camino. Y, seguramente, serán puntos que luego serán lamentados.
