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Urreli: “Hay que dejar de mirarse el ombligo y buscar consensos”

El presidente de Identidad Roja, Christian Urreli, analizó el panorama político de Independiente de cara a las elecciones de fin de año.

Más allá de los buenos resultados que viene cosechando el equipo dirigido por Julio César Falcioni, la política partidaria roja sigue inquieta. Los diferentes movimientos y agrupaciones siguen buscando su lugar y a estas horas, se siguen construyendo alternativas opositoras a la gestión actual. Dentro de los nuevos nombres que asoman en la vida política del club surgió el de Christian Urreli, actual presidente de Identidad Roja.

En diálogo con InfiernoRojo, brindó su diagnóstico sobre el oscuro momento institucional del club y los proyectos que quieren impulsar desde la agrupación a la que pertenece.

InfiernoRojo: ¿Cómo te lanzaste a la política en Independiente?

Christian Urreli: Tras ir conociendo a distintos referentes, representantes, voceros, intercambiar ideas e ingresar en una Agrupación que tenía prácticamente nula actividad, con autoridades que según entiendo pensaban que ya habían dado todo lo que podían dar, y que ya habían cumplido los mandatos permitidos por Estatuto, comenzamos junto a “los recién ingresados” como yo, a construir proyectos, insumiendo horas y horas, días y meses, llenos de energía y nuevas ideas basadas en los estudios y especializaciones profesionales de cada uno, pero con los valores gloriosos y fundacionales de Independiente. En septiembre de 2020 la agrupación llamó a elecciones de autoridades y fui elegido Presidente.

IR: En base a lo que te tocó ver hasta ahora, ¿cuál notaste que pueda ser el principal problema de Independiente a nivel político?

Urreli: Noté que gran parte del mundo de la política de Independiente, como el de otras instituciones, se encierra en un puñado de personas de distintas agrupaciones que se miran con desconfianza, de reojo, en el que todos parecen haber sido culpables de algo, o cómplices, por acción u omisión. Esas personas, en definitiva, construyen un muro, sin que los protagonistas lo adviertan, y a pesar del odio que muchos se tienen entre sí, lo hacen mancomunadamente entre medidores de moral y evaluadores de gestión.

IR: ¿Quiénes serían los que forman ese muro del que hablás?

Urreli: – Entre ellos están los que vivieron “lo mejor” y quizás hasta integraron alguna Comisión Directiva y se creen parte responsable de eso, aunque hayan tenido un papel mínimo. O de que el Bocha haya hecho algún gol o de que Percudani nos haya regalado ese grito sagrado en el ’84, por solo citar dos momentos de tantos que los hinchas de Independiente disfrutamos. Están también los que han cumplido funciones en alguna Comisión que comandó a nuestro querido Rojo hacia lo peor y no se hacen responsables. También los que hacen cuentas para demostrar que una Comisión u otra tuvieron la culpa, los que se señalan entre sí, los que tienen el “moralómetro” y despotrican contra todo y todos.

IR: – En algún momento dijiste que empezaste junto con los recién ingresados, y seguramente no debe ser la primera vez que hay gente que recién comienza en la política del club. ¿Por qué, si siempre hay gente nueva, están los mismos desde hace varios años?

Urreli: Es que los de la vieja política no sólo se señalan entre ellos, sino que especialmente lo hacen con los nuevos, los “outsiders”. “¿Y éste de dónde salió? ¿Y éste que sabe?”, les encanta decir como si estar sentados en un café a un par de cuadras quejándose de la dirigencia de turno y haciendo un recuento de los fracasos del pasado les diera algún mérito. Los “paracaidistas” que “no conocen los baños de Boyacá o los pasillos de Mitre” (siempre dicen aún sin saberlo), que “hablan de lo que no conocen” no paran de ostentar. Y eso, sólo para empezar. Y así se fortalece esa coraza que tanto asfixia al que intenta participar en la política del club.

IR: Ahora bien, en cuanto a las ideas de la agrupación a la que pertenecés, ¿qué proyecto tienen para mejorar a Independiente?

Urreli: Me encontré con gente dispuesta a hacer las cosas bien, a armar proyectos concretos, a no tomar los desafíos con soberbia y que tienen como ejemplo a “los viejos gallegos” que con mucho esfuerzo administraron el club que tantas gratificaciones dio a varias generaciones. Eso me dio esperanzas. Pero no solo miramos con orgullo el pasado: también miramos y estudiamos a los clubes en todo el mundo que hoy demuestran resultados en base a planificación y profesionalismo, a fortalecer la institución, a cuidar el nombre del club, a apuntalar e incentivar el crecimiento integral de los jugadores de todas las categorías, profesionales o amateurs, masculinos y femeninos, a la inclusión de la medicina deportiva, a la modernización del club, entre otras cuestiones centrales. Es posible. Ya se ha hecho. Se trata de posicionar en cada área los profesionales que pueden llevar adelante esos objetivos, coordinadamente. Y no hay que ser una Sociedad Anónima para hacerlo.

IR: ¿De qué manera piensan llevar a cabo semejante proyecto?

Urreli: Pienso que sería importante, y a esta altura de la historia, imprescindible, delinear ese Independiente del futuro con gente de experiencia, con conocimientos y conducción. Así como en cada organización existen los “conspiradores de la no acción”, también hay gente valiosa con valores y conocimientos, dispuesta a ponerlos realmente en función del club. Es por ello que es fundamental el diálogo y la comunicación entre agrupaciones y movimientos. En ese sentido, hay quienes se esfuerzan por armar reuniones transversales a movimientos y agrupaciones con el objeto de consensuar y distinguir puntos y valores en común y también hay gente que se dedica a hacer caer esas reuniones, porque “con este no me siento” o simplemente porque piensan que los dejan afuera o los invitaron en segundo lugar, etc. Insisto en que tiempo por el bien de Independiente, dejar de lado toda esa maquinaria de impedir.

IR: ¿Y cuál es la proyección?

Urreli: Por mi parte, presidiendo Identidad Roja al menos hasta el 2023, voy a seguir  trabajando junto a quienes entiendan que es imperioso dejar de mirarse el ombligo y el del otro y focalizar las energías en el diálogo, la búsqueda de consenso, el armado de proyectos concretos y en la identificación de oportunidades que puedan mejorar a Independiente. Todo eso, sumando a quienes compartan la visión de que esa es la senda que nos llevará a fortalecer a la que queremos que sea la Institución más importante de América, porque ese es el lugar que le corresponde a Independiente.

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