En el clásico de verano hubieron dos jugadas polémicas para Independiente, que Loustau obvió: una mano en el área y una falta para roja. El Rojo perdió mal y mereció perder, pero el árbitro obvió dos situaciones decisivas.
Desde que Independiente regresó a primera, Patricio Loustau dirigió tres Clásicos de Avellaneda, el Rey de Copas ganó dos y perdió uno. En el último amistoso de verano, no pitó dos jugadas claves para el desarrollo, en una derrota penosa.
El primero fue nada más y nada menos que la goleada 3-0 en el Libertadores de América, por la fecha 24 del Torneo Argentino 2015. Aquella tarde, la labor del colegiado fue sumamente correcta, expulsando a Marcos Acuña por un claro codazo a Jesús Méndez, aunque se equivocó al no mostrarle la roja por doble amarilla al ex Rosario Central por agarrar con la mano al rival.
Luego, debió hacerse cargo de la vuelta en la liguilla pre Libertadores. Esa tarde en el Cilindro, Independiente pasó por arriba al rival y el 2-1 le quedó corto, pero la polémica llegaría sobre el final. El segundo tiempo encontraba a ambos equipos 1-1, cuando entonces Loustau decidió expulsarle dos al Rojo. Aunque Jorge Ortíz estuvo bien expulsado por agredir a Luciano Aued, anteriormente había sido expulsado Jesús Méndez por un supuesto codazo que solo Loustau vio.
Por último, el último clásico, jugado en Salta. Aunque es cierto que Independiente no logró llegar con claridad al arco rival, el árbitro volvió a hacer de las suyas. No cobró una clara mano de Aued en pleno área rival, sancionó apenas con tarjeta amarilla un patadón de Gastón Díaz a Diego Rodríguez Berrini y, por último, en una doble falta a Diego Vera y a Gustavo Toledo, Loustau decidió cobrar la del ex Banfield que había sido afuera, cuando la del uruguayo había sido primero y era claro penal.
