Independiente cayó 2-1 con Central Córdoba y perdió el invicto.
Partido feo el que se vivió en Avellaneda, y también raro. Independiente venía con cinco triunfos seguidos en el torneo, y recibía a Central Córdoba. El Rojo necesitaba sumar de a tres para seguir afianzándose, pero nada de eso ocurrió.
De arranque, el local fue más. Presionó alto e intentó jugar de forma asociada, pero no conseguía penetrar en los últimos metros. La visita, por su parte, resistía, y tuvo su recompensa.
En el complemento, Central Córdoba se animó un poco más, siempre por el lado del endeble Alex Vigo. Y por ese lado, le dio frutos: Luego de un centro, Joaquín Soraire se la llevó y definió cómodo para el 1-0. ¿La defensa? Nada.
Y esto no fue todo. Independiente intentó reaccionar y conseguir el empate, pero la defensa rival se lo impidió. Y después, de un córner, llegó el segundo: Milton Álvarez salió mal, la pelota le pegó a Juan Insaurralde, y se metió en contra. Insólito 2-0.
El equipo, con actitud, fue a buscar. No merecía ganar, pero tampoco perder, y sometió a un rival que había hecho poco para la ventaja. Así, Edgar Elizalde logró descontar de cabeza y poner las cosas 2-1. Era un poco de justicia, pero no alcanzaba.
Después, fue esperar para que se termine. Pese al empuje y los intentos, Independiente cayó 2-1 y perdió el invicto. Con sólo cuatro partidos por delante, es imperioso que el equipo se recupere y siga sumando. Ahora se viene Tigre en Victoria. ¡A recuperarse!