Los fríos números de la chapa final no transmiten realmente lo difícil que fue el trámite para un Independiente que padeció el partido durante la mayor parte del desarrollo. Lo que entregó el Rojo en el primer tiempo estuvo a punto de causar una úlcera en el estómago. Y otra en los ojos. Dos pases seguidos, una utopía.
Porque Dios existe, Central desperdició en las narices de Assmann todo lo que había generado a voluntad en todos los sectores del campo. Y porque los planetas a veces se alinean de cierto modo inexplicable, el Rojo se puso en ventaja sin patear al arco en toda la etapa. En el complemento se vieron los mejores 10 minutos del año, en los que debió haberse liquidado el pleito. Se le perdonó la vida al rival, que estuvo cerca de igualar. Pero el Rolfi solo lo liquidó y a llorar, al Monumento a la Bandera.
Ganó Montenegro, el distinto, el goleador del campeonato, el que juega “a otra cosa”: anda tan derecho el 10 que convierte hasta cuando quiere enviar un centro, como lo hizo al abrir el score. También entrando en diagonal desde el sector izquierdo, enganchó para un fortísimo derechazo en el segundo. Y con la bola muerta y de tiro libre (como en el 2002) consumó la tripleta.
Ganó Tuzzio. Una fiera el 6, que juega con las ganas de un pibe, el oficio que le dan los años, la elegancia que tuvo siempre y la seguridad que no brindan sus compañeros de zaga.
Ganó Rodríguez. Y no es chiste: sorprendente buen partido del uruguayo. Firme en la marca, atento como pocas veces, sin bloopers como nunca, se animó con la lanza en la elaboración. del primer gol. ¿Lo habrán visto los clubes interesados en ficharlo? Te pido otra, Dios…
Montenegro tuvo una tarde soñada y varios de sus compañeros (Ríos, Gavilán, Pusineri) vivieron una pesadilla, sobre todo en el primer tiempo.
Qué distinto juegan los chicos sin los nervios y la presión de este presente heredado por ellos a la fuerza: Godoy y Churín se soltaron luego del 2-0 y entregaron una mejor versión. Buena tarde de Assmann (muy buena), Gioda y Mancuello, en el ST más parecido al de las primeras fechas.
De la mano de un Rolfi intratable, Independiente se aprovechó del presente de Rosario Central y lo hundió en los promedios. Me alegro por 3: por el Rojo, por Central y por Russo…
