Desde que Independiente retornó a Primera División, alternó entre el 4º y 6º puesto en torneos locales, siempre ha quedado en la puerta de la Copa Libertadores y en Copa Argentina y Sudamericana, lo más lejos que llegó fue a Cuartos de Final. Crítica constructiva para dar el salto necesario.
Mientras tanto, el resto de los equipos importantes de la Argentina han festejado a lo grande. ¿Está bien comparar? Claro que sí, porque permite evaluar en base a los resultados de tus contrincantes. La pregunta correcta sería: ¿Qué hicieron bien ellos, que nosotros hemos hecho mal?
Desde que Independiente regresó a la máxima categoría:
Boca ganó dos campeonatos, una Copa Argentina, y llegó a unas Semifinales de Copa Libertadores. River ganó una Copa Libertadores, una Copa Sudamericana, una Recopa y una Copa Argentina. San Lorenzo obtuvo una Copa Libertadores y un subcampeonato local. Hasta los vecinos de Avellaneda gritaron campeón en el 2014 y ya llevan jugadas dos Copas Libertadores.
Este párrafo entonces refuerza aún más la necesidad de comparar y preguntarnos: ¿Qué se está haciendo mal? ¿En qué se está fallando una y otra vez? Los entrenadores pasan por Independiente sin pena ni gloria y luego van a otros equipos y salen campeones o juegan final de Copa del Rey. ¿Se incorpora mal, se arman mal los planteles?
Es hora de dejar de temer hacer preguntas, sino nunca van a llegar las respuestas.