Este jueves 3 de enero, que pasó hace casi nada, arrancó la pretemporada del plantel de Independiente con el Tolo Gallego a la cabeza, con el Rolfi Montenegro como único refuerzo, con Farías renovado, con los cuatro arqueros en la misma línea y mucha ilusión de mantener la sagrada grandeza de tantos años.
Ya no habrá excusas. Están todos. Sí, está bien, falta un refuerzo y parece que el que está más cerca es el delantero de Quilmes, Martín Cauteruccio, aunque algunos se preocupen por alejarlo. Pero lo cierto es que salvo Víctor Zapata y Roberto Russo, todo el plantel mechado con algunos juveniles, se fue rumbo a Pilar a concentrarse con el único objetivo de pensar en grande.
Digno de párrafo aparte es lo sucedido entre Rubén Américo Gallego y Eduardo Tuzzio. Haber limado asperezas o haberse dado una tregua para enfrentar al enemigo en común, archivando rencores y poniéndose en la fila de soldados es una muy buena noticia. Sabemos lo que representa para el grueso de la hinchada el central, a veces lateral, y su ascendencia en el plantel. Pese a su bajo rendimiento y a su forma de ser, se acercó a hablar con el DT y logró continuar. Hoy forma parte del grupo de jugadores.
El Tolo lo confirmó en su primera conferencia de prensa del 2013. En la que, además, marcó puntos importantes aunque me quiero quedar con algo resaltable: “A la maravillosa hinchada de Independiente le pido paciencia”. Y por ahí viene el rumbo de estas líneas.
Es que si bien es real que el entrenador y los jugadores necesitan un clima de apoyo en estos momentos cruciales, también es verdad que la paciencia se la van a dar los buenos rendimientos y, sobre todo, los resultados. La urgencia en sumar puntos será la primera rivalidad a enfrentar para el Tolo, la paciencia y la realidad de este equipo.
Lo que sí es cierto y debe ser tenido en cuenta, que los esfuerzos se han hecho. Se trajo al Rolfi, se mantuvo a casi todos los jugadores, se hará la pretemporada en tiempo y forma, Gallego se bancó la mala y ahora va por la buena. El hincha tendrá que entender. También tendrá que exigir, pero siempre con el ánimo de apoyo y no del insulto fácil ante el primer revés. De esta salimos todos juntos es una frase trillada, pero clave. Ningún batallón ganó nada estando dividido.
Se necesita de todo y de todos. De cada uno de nosotros. Y por eso, te digo a vos hincha del Club Atlético Independiente que yo creo que se puede. Siento que sí. Sueño con dejar atrás el pasado oscuro y que el presente nos regale un sinfín de alegrías en un futuro no muy lejano. Paciencia como pidió el Tolo. Apoyo, como siempre. El balance se hará a mitad de año y ojalá sea positivo.
