En un raid mediático, Ezequiel Barco contó sus sensaciones luego de su debut en el Libertadores de América con gol incluido. “Sólo pensaba en hacer lo que demostré en los entrenamientos”, explicó.
Después de un manojo de minutos en primera, de jugar por primera vez en la cancha de Independiente y de cerrar con un gran gol, Barco habló con varios medios nacionales y expresó: “Fue algo muy lindo, me emocioné mucho porqué estaba toda mi familia en el Libertadores de América. Cuando me tocó entrar sólo pensaba en hacer lo que trabajo en los entrenamientos y ayudar al equipo. Antes del gol ya había decidido dónde iba a patear”.
Además, el rosarino relató una infidencia: “Por suerte pudimos ganar y el gol fue dedicado a todos los chicos de la pensión que siempre estuvieron apoyándome, les di mi camiseta y el short”.
En cuanto a los golpes que sufrió en el 2-0 ante Godoy Cruz, afirmó: “Me estoy acostumbrando a las patadas, me pegan mucho, pero me mentalizo en seguir jugando y resistir. Soy de gambetear y encarar y quizás eso genere que me peguen; obviamente los golpes duelen más, pero me estoy habituando”.
“Gabriel Milito me aconseja siempre, hablo mucho con él después de los entrenamientos y me brinda su apoyo constante. Siempre me dice que esté tranquilo, que descanse bien, que tenga cuidado con las redes sociales y que en la cancha haga lo que sé”, expresó el chico de 17 años sobre su relación con el DT.
Finalmente, Barco dijo: “Estoy terminando el secundario, a la mañana entreno y a la tarde voy al colegio en Avellaneda. Por pedido del técnico me mudé a un departamento con mi padre que vino de Rosario”.
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