Con gol de Jhonny Quiñónez de penal, Independiente derrotó 1-0 a Banfield y deberá conseguir la clasificación contra Talleres.
Partido duro, chivo, en el Florencio Sola. Independiente, golpeado, necesitaba si o si de un triunfo, y visitaba al siempre duro Banfield. No había margen de error: un empate lo dejaba casi afuera, y una derrota ni hablar. Por eso, el duelo se jugó con los dientes apretados, y la fortuna por fin le sonrió al Rojo.
De arranque, se jugó el partido previsto. El Diablo estaba mejor en el mediocampo, y hacía circular la pelota. Sin embargo, los equipos de Julio Falcioni nunca se caracterizaron por la tenencia en el medio, sino por la defensa y el contragolpe. Por ello, a los dirigidos por Carlos Tevez les costaba penetrar la última línea del rival, que intentaba aprovechar cada vez que tenía la pelota para salir con rapidez.
Aún así, las más claras eran de la visita. Alexis Canelo la tuvo de frente al arco, pero el tiro se le fue muy elevado. Luego, Lucas González probó desde lejos, pero la pelota se desvió en un defensor y se fue al córner. Eran más los de Avellaneda, pero no lo plasmaban en el marcador.
Sin embargo, sobre el final fue Banfield el que pecó de inocente. Luego de un centro de Adrián Spörle, Aarón Quirós tomó de la camiseta a Joaquín Laso en el área. Fernando Rapallini, a instancias del VAR, cobró penal para el más grande, y fue Jhonny Quiñónez el que se hizo cargo. Con una definición exquisita, venció a Marcelo Barovero y puso en ventaja a Independiente.
¡GOL DE INDEPENDIENTE! Quiñónez le pegó con mucha calidad y anotó el 1-0 del Rojo vs. Banfield.
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— SportsCenter (@SC_ESPN) April 6, 2024
Con el 1-0 a favor, el segundo tiempo era solo cuestión de controlar el partido y liquidarlo. Lo cierto es que el Rojo tuvo más la pelota, y gozó de más situaciones, pero no lo pudo definir y lo terminó sufriendo. Por eso, con empuje, Banfield se acercó en el final y casi lo empata de tiro libre, pero Rodrigo Rey envió la pelota al córner.
Sin embargo, el peligro no terminó ahí. Independiente estaba extenuado, y el Taladro iba por el empate. Más tarde, ya sobre el final, Emanuel Insúa tuvo la igualdad de cabeza, pero la pelota se fue desviada. Sufría el Rojo, e intentaba aprovechar el local.
Por suerte, en el final, fue el Rojo el que terminó ganando. Fue un triunfo muy trabajado, en el que pudo haberlo liquidado y terminó padeciendo la última parte, pero victoria al fin. Con un rival difícil, en un terreno complicado y ante un contexto chivo, el Rey de Copas superó una dura prueba y deberá jugarse el semestre contra Talleres. Ahora si, en el Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini no hay opción: hay que ganar.
