Independiente igualó 1-1 con San Lorenzo con algunas mejorías, pero aún con bastante para resolver.
Partido parejo a priori el que se iba a jugar en el Nuevo Gasómetro. Independiente y San Lorenzo, los dos llegaban a capa caída, con problemas institucionales y varios temas deportivos que resolver. Uno, con el mismo entrenador que antes, el otro con DT nuevo. Sin embargo, y pese a los parecidos, hubo un claro dominador de arranque.
Desde el inicio, el Rojo fue el que propuso las acciones. Con intensidad y buen juego asociado en el medio, los de blanco aprovecharon al máximo los espacios que dejó el Cuervo. Con Lucas Romero haciéndose cargo de la pelota y Gerónimo Poblete secundándolo con solvencia, los dirigidos por Eduardo Domínguez supieron someter al local.
San Lorenzo, por su parte, intentó con alguna réplica por parte de Nicolás Fernández Mercau o de Agustín Martegani, pero fue en vano. Independiente, por otro lado, encontró la suerte sobre el final del primer tiempo. Luego de un tiro libre muy bien ejecutado por Leandro Fernández, Leandro Benegas conectó de cabeza y puso arriba al más grande.
En el complemento, el Cuervo intentó ponerse en partido. Tuvo algunas aproximaciones, aunque no llegaban muy lejos. El Rojo tuvo un cabezazo de Sergio Barreto y un tiro de Benegas, pero ambas encontraron a Sebastián Torrico. Para colmo, y de forma inesperada, pasó lo peor.
San Lorenzo no estaba haciendo mucho para llegar al gol, pero explotó las imprecisiones de Independiente en el momento justo. De un córner, el local ganó por arriba y Adam Bareiro obligó a Milton Álvarez a sacar la pelota de adentro. Otra vez, la defensa del Rey de Copas falló por arriba, moneda corriente.
Así, entonces, el partido cayó en la mediocridad. El Rojo trató de ponerse en partido de vuelta, mientras que el Ciclón se replegó e intentó de contra. Aún así, quedó una jugada más: Siro Rosane fue mal y, tras chequear en el VAR, Andrés Merlos lo expulsó de forma directa. El local se quedó con uno menos. Luego, Federico Gattoni le fue mal a Tomás Pozzo y lo sacó de la cancha, pero Andrés Merlos apenas le sacó amarilla cuando era roja.
Pese a lo último, Independiente no le encontró la vuelta al rival, y al final el empate se adueñó del encuentro. El Diablo tuvo buenas intervenciones en ataque y sociedades interesantes en el mediocampo, pero otra vez pecó de impreciso en defensa. Eduardo Domínguez deberá trabajar arduamente para que el Rey de Copas deje de sufrir tanto abajo, y no pierda más puntos como los que dejó pasar en el Bajo Flores.
