Independiente tuvo más la pelota, pero no preocupó a Ceará: Cayó 2-0 y quedó afuera de la Sudamericana.
Noche negra en Avellaneda. Independiente tenía que ganarle por dos goles a Ceará y, pese a eso, el panorama estaba planteado para lograrlo: De local y con la cancha casi al tope, el Rojo debía arrollarlo. Parecía que iba a ser otra noche mística del más grande, pero no se dio una de esas hazañas a las que nos tenía acostumbrados.
De arranque, los dirigidos por Eduardo Domínguez empezaron a presionar bien alto. El partido se jugó en terreno del rival, y el Rey de Copas no permitía que fuera al revés. Sin embargo, las imprecisiones en los últimos metros no le permitieron ponerse arriba, sobre todo cuando Damián Batallini no llegó a conectar una pelota que solo había que empujar para que ingrese.
La visita estaba decidida a la contra. Primero avisó con un pase filtrado que contuvo Sebastián Sosa sin problemas, y más tarde con un centro que conectaron bien y pasó cerca. En el final de la primera parte, se terminó la suerte: De un tiro libre, la pelota quedó boyando y Rodrigo Lindoso definió al segundo palo para marcar el 1-0. Así, al llegar el entretiempo, el panorama era desolador.
En la segunda parte, Eduardo Domínguez intentó cambiar las cosas con los ingresos de Tomás Pozzo y Leandro Fernández. Apenas consiguió un poco más de remates lejanos, pero siguió sin incomodar a João Ricardo. Así fue hasta el final cuando, luego de una contra muy bien armada, John Mendoza clavó la pelota en el ángulo para decretar el 2-0 definitivo.
De esta manera, Independiente solo pudo cumplir con el pase a la siguiente ronda de la Copa Argentina. Ya eliminado tempranamente de la Copa de la Liga, no pudo conseguir la clasificación a Octavos de la Sudamericana, y el semestre fue un claro retroceso respecto a lo visto anteriormente con Julio Falcioni, por no decir que fue un fracaso ¡A hacer limpieza y que se vayan los que deban hacerlo, esto es Independiente!
