Cuando estaba todo listo para firmar, Cristian Tarragona cambió las condiciones a último momento y generó malestar hasta en su propio representante.
Independiente viene trabajando arduamente en el mercado de pases, uno en el que no puede cometer locuras económicas. A sabiendas de la necesidad de experiencia en el plantel, uno de los apuntados es Cristian Tarragona, quien estaba al caer. Sin embargo, a último momento, pasaron cosas.
El delantero solo tenía que firmar el contrato para convertirse en nuevo refuerzo del Rey de Copas. Los montos, la duración del contrato, y hasta el resarcimiento estaban arreglados. Solo hacía falta que el futbolista ponga su firma, algo que no sucedió. Según fuentes oficiales del club, Tarragona pidió condiciones irrisorias que no pueden cumplir.
Desde el Rojo piensan que el atacante de 32 años tiene algo arreglado con otra institución, y a esta hora dan por terminadas las negociaciones siempre y cuando el jugador se mantenga en la misma postura. Lo cierto es que este desplante generó malestar hasta en Uriel Pérez, apoderado del profesional, lo que también lo llevó a romper el contrato con él. Ahora habrá que buscar otra opción.
