Independiente hizo absolutamente todo mal y cayó 2-1 con Godoy Cruz, en Mendoza.
La irregularidad de Independiente es tan evidente como alarmante. Hizo un mal partido con Arsenal, luego mereció ganar con Lanús, y con Godoy Cruz volvió a hacer todo para perder. Esta vez, no hubo ni un nombre para destacar, ya que el local fue amo y señor del encuentro.
De arranque, el Tomba golpeó al Rojo. Los dirigidos por Daniel Oldrá tuvieron un valioso córner y, a diferencia de los de Avellaneda, lo aprovecharon. Pier Barrios le ganó por arriba a Joaquín Laso y Rodrigo Rey dio rebote. Tomás Conechny lo capturó y el arquero volvió a atajar, pero pegó en Martín Cauteruccio y entró. Si, a los cinco minutos, el más grande ya estaba abajo.
Luego, ellos siguieron atacando y tuvieron chances de ampliar el marcador, pero Rey y la ineficacia propia se lo impedían. Javier Vallejo tuvo la chance del empate, y ahí apareció Diego Rodríguez para evitarlo. Así hasta que, a los 31 minutos, Salvador Allende envió un centro en el que Laso solo miró. Salomón Rodríguez cabeceó, Rey atajó, y Conechny castigó. La defensa estuvo totalmente ausente en el 2-0.
En el complemento, Independiente arrancó mal, pero fue mejorando poco a poco. El mediocampo comenzó a conectar mejor, y así se fue acercando al arco rival. Así fue que, a los 13 minutos, Luciano Gómez envió un gran centro, y Ayrton Costa apareció por atrás para descontar y poner las cosas 2-1.
Sin embargo, pese a ese envión, se fue diluyendo, y no logró llevarse el empate. De esta manera, el partido le quedó cómodo a Godoy Cruz, que se recuperó ante un tibio Rojo que casi lo empata en el final.
Una vez que Andrés Gariano pitó el final, Independiente sumó otra derrota más. Solo reaccionó durante unos minutos, pero le regaló el partido a un Tomba que estuvo lejos de ser un cuco. Hay jugadores cuyas titularidades no se entienden, y Ricardo Zielinski deberá ser más riguroso en el armado del once. Si no se despiertan ahora, puede ser muy tarde…
