El Rojo ganó un partido clave en Santa Fe. Derrotó 2-1 a Unión con dos goles del Tecla Farías y cortó una racha más que negativa que arrastraba desde el torneo pasado. Se festejó mucho y sobre todo, el equipo logró sacarse esa mochila. Sufrió de más.
Se enfrentaban dos equipos con muchas urgencias. El Tolo en la semana había dicho que era un partido de 10 puntos por la imperiosa necesidad de sumar unidades para engrosar el promedio. Por eso, Unión e Independiente fueron a buscar el triunfo, cada uno con sus armas y tratando de no pasar sobresaltos en defensa.
Sin embargo, fue el Tatengue el que arrancó preocupando al fondo rival. Es que antes del minuto apareció Mazzacotte que trabó con dos jugadores del Rojo, se metió en el área con pelota dominada y se topó con Hilario Navarro. El uno se quedó con su remate y, en el rebote, fue Matías Donnet el que metió un derechazo bombeado que se terminó yendo afuera.
El visitante sintió el golpe pero de a poco comenzó a adueñarse del mediocampo. Unión le daba terreno, se agazapaba y ante la primera oportunidad salía con gran velocidad en busca de la contra. Fue así que en un desborde fue Jara el que habilitó a Magnin, pero Hilario lo apretó bien y se quedó con la pelota.
Cuando el reloj marcaba 15 minutos, aproximadamente, se podía ver a Independiente moviendo el balón en la mitad de cancha pero sin atacar a fondo. El pase lateral era la única via para ganar metros. No había profundidad ni peso en el área. Farías estaba muy solo y los volantes no llegaban porque no había forma de abrir la defensa por la carencia de cambio de ritmo que tenían los del Tolo a la hora de llevar peligro. Leguizamón, con un rendimiento bajo nuevamente.
Tampoco utilizaba el pase entre líneas y esto molestaba a Gallego, aunque de a poco se hacía cargo del partido. Más aún con el ingreso de Fabián Vargas en lugar del lesionado Santana. Con el colombiano en cancha se ganó claridad y ofensiva. Fue así que en la primera a fondo el Rojo encontraría el gol.
Iban 28 minutos y Morel tomó un rebote de la defensa y centró. Entre Vargas y un defensor lucharon en las alturas y la pelota cayó en los pies del Tecla. El goleador se tomó el tiempo necesario para acomodar la pelota, pensar y con un gran zurdazo colocó la pelota bien abajo para hacer estéril la resistencia del arquero. Independiente se ponía 1-0.
Con la diferencia en el marcador, se armó el partido. Unión salió en busca del empate. Lo tuvo Sarmiento con un remate desde afuera que casi conecta un compañero para el desvío. Claro está que el Rojo no se quedaba atrás, sobre todo por los desbordes de Ferreyra. En uno de ellos fue Vargas el que cabeceó por el segundo palo aunque no tuvo mucho peligro.
Con ese panorama llegó el segundo tiempo. Ni bien comenzó Unión dejó mano a mano con Hilario a Magnin, aunque Hilario volvió a responder bien. Parecía que el local iba a apretar y a dar vuelta el marcador, sin embargo, al Tecla se le abrió el arco y aumentó la diferencia.
Sí, a los 6 minutos del segundo tiempo Farías metió un derechazo rasante al segundo palo de Limia que nada pudo hacer tras la gran definición del goleador. La jugada nació en los pies de Vargas, que sacó para adelante un tiro libre que se inició como inofensivo y terminó en el segundo tanto.
Con el resultado completamente a su favor, el Tolo metió a Rosales en lugar de Leguizamón para manejar mejor la pelota y meter más velocidad en la contra. Unión, por su lado, empezó a salir desordenado. La situación, entonces, fue casi de ida y vuelta con poca precisión y con mucho de final. A los 27 minutos, un tiro libre cayó en la cabeza del recién ingresado, Cristian Núñez, que sin marca habilitó a Chiapello que sin resistencia alguna empujó a la red para el 2-1.
O sea, nerviosismo, emoción, garra, fútbol, imprecisiones y mucho corazón, fue lo que se empezó a ver en cancha. Unión buscando el empate impensado hace unos pocos minutos y el Rojo intentando aumentar la diferencia y aferrándose en la última línea para no recibir más goles.
Lo tuvo Rosales y Farías cerca de los 30 minutos y en ambas Limia respondió con seguridad. Y, cuando parecía que el empuje sin ideas de Unión podía terminar en igualdad, Independiente se guardó la pelota, dominó los últimos minutos y logró el primer triunfo en el Torneo Inicial. Se sufrió de más en el final, pero así será. Se ganó una final.
