En un trajín de, aproximadamente, seis semanas, a Independiente se le lesionaron gravemente tres futbolistas. Una constante que no es normal.
Es un momento delicado, en términos futbolísticos, para Independiente. El equipo de Ricardo Zielinski necesita obtener puntos de manera urgente. No puede darse el lujo de perder jugadores, por la manera o causa que fuera. Sin embargo, esto es uno de los problemas en los que no se hace tanto hincapié, pero que se hace presente de forma estrepitosa dentro del plantel profesional. Las lesiones graves. En las últimas horas, se confirmó una nueva baja dentro del equipo y, aunque hay que esperar los resultados específicos de los estudios determinados, parece ser una lesión de gravedad. Una más.
En el entrenamiento de este miércoles, el defensor Fernando Da Rosa sintió un fuerte dolor en su rodilla derecha. Una molestia que, en el cuerpo médico del club, generó la preocupación de que sea una lesión ligamentaria. Una lesión que se podría sumar a las de Tomás Pozzo y Rodrigo Márquez.
El 13 de marzo de este año se confirmó que Pozzo sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, lo que lo dejó y dejará afuera de las canchas en un lapso de seis a ocho meses. Cuatro días después, el 17 de marzo, Rodrigo Chila Márquez se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.
Bueno, ahora aparece la muy probable lesión del chico Da Rosa. Esto en Independiente, dentro de un corto lapso de tiempo (5/6 semanas) se volvió una constante. No es normal. La exigencia física de los entrenamientos, el cuidado propio de cada futbolista, los movimientos bruscos o fuera de lugar, ¿en qué se puede explicar este dilema? ¿Qué pensás?
