El volante surgido de Villa Domínico se refirió al gran gesto que tuvo con el club de sus amores.
Patricio Rodríguez dejó Independiente en 2012, hace más de 11 años. Su venta al Santos le dejó al club una cifra cercana a los dos millones de dólares. En el interín, el club le debió plata al padre. La suma superaba los 100 millones de pesos. Se trataba de 136 millones, para ser preciso.
Sin embargo, en el medio de la colecta de dinero de hinchas comandada por Santiago Maratea, Patito tuvo un gran gesto: arregló con su padre para que este no reclame el dinero y perdone la deuda. En declaraciones con Radio la Red, Rodríguez afirmó: “Se puede hablar de dos cuestiones. Por un lado está el reclamo del jugador para lo que le corresponde y ha firmado su trabajo. No está mal que un jugador reclame lo que le corresponde”.
Luego, el Patito siguió: “Por el otro lado sí, mi situación era particular ya que la deuda fue compartida con mi padre, de manera formal, por una intermediación al Santos. Dentro de esa deuda había una gran parte que me pertenecía y nada, simplemente uno actúa como siente y con la realidad que le toca vivir”.
Posteriormente, Rodríguez completó: “En todo caso, el culpable es quién lo haya contratado por ese valor que el club nunca ha podido llegar a pagar. Era un monto ficticio el que me ofrecieron en ese momento, ahí es dónde radica el mayor problema de la situación”.
En ese sentido, el Pato se explayó: “Por suerte carezco de necesidad económica. No digo que no trabaje por dinero, pero sinceramente creo que el club lo necesitaba más que yo. Quizás no me correspondía tener ese acto, no lo sé. Uno trabaja para ser remunerado, yo he invertido mucho tiempo de mi vida en el trabajo y en el club”.
Por último, el extremo del Bolivar finalizó: “Pero así surgió, se dio de esa manera. Pude hablar con mi padre que también ha bajado considerablemente su parte de la deuda. Él pasa por una situación económica totalmente diferente a la mía. Creo haber hecho las cosas bastante bien en mi carrera, que aún sigue en licencia, como para poder haber resignado tanta plata y no, no me interesa que el club me abra las puertas por perdonarle una deuda”.
