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Samuel Cáceres se prestó al Mano a Mano Infernal. Cuenta su actualidad, recuerda su paso por el club, dice que le enseña las canciones de la hinchada a su hijo y habla sobre el presente del Rojo

Samuel Cáceres: “Si Independiente me necesita como utilero, aguatero o canchero, ahí voy a estar”

Samuel Cáceres se prestó al Mano a Mano Infernal. Cuenta su actualidad, recuerda su paso por el club, dice que le enseña las canciones de la hinchada a su hijo y habla sobre el presente del Rojo

El defensor surgido del Rojo se prestó al Mano a Mano Infernal con IR desde Estados Unidos. Cuenta su actualidad, recuerda sus días en Avellaneda, dice que le enseña las canciones de la hinchada a su hijo y habla sobre el presente del club: “Desde afuera se ve muy caótico”.

Prepara el mate, se sienta, ceba el primero y los ojos le brillan cuando empieza a hablar de Independiente. “Me formé en Independiente y le debo todo. Para mí Independiente siempre va a ser todo porque me dio un nombre. Soy lo que soy gracias a Independiente”, dice Samuel Cáceres desde Arizona en un Mano a Mano Infernal imperdible.

Este defensor paraguayo que surgió de la cantera del Diablo está ahora en el Valley United FC de los Estados Unidos. Pero no juega por una situación muy particular que él mismo explica a InfiernoRojo: “Es un equipo nuevo formado hace dos años. Me tocó la posibilidad de venir a este proyecto. Si bien había firmado por dos años de contrato, este equipo está en pausa en este momento. Es que tenía cuatro dueños y se separaron. La liga sigue compitiendo pero nosotros hemos parado por estos problemas dirigenciales. Tenemos que esperar el momento para retomar”.

Claro que a sus 33 años no quiere estar parado mucho tiempo y por eso avisa: “Yo quiero competir, entrenar y jugar. Estoy esperando, pero le comuniqué al club que si me sale algo me voy”. Ya conoce Estados nidos porque jugó en el New York City en 2015 y fue campeón. Allí conoció a su mujer, con quien hace un año tuvo a su primer hijo. “El año pasado estuve en Venezuela y estuve siete meses alejado de ellos. Por eso tomé la decisión de venir acá”, dice.

Y hace un breve resumen de lo que fue su carrera al dejar el club de Avellaneda: “Gracias a Independiente pude ir a Nueva Chicago, luego a Estados Unidos, regresé a Chicago, luego fui a Malasia, de ahí a Colombia y luego a Paraguay. A Paraguay fui por mis padres, para que puedan verme jugar a nivel profesional ya que en Independiente nunca pudieron hacerlo. Sí me vieron en la Reserva una vez y pude dedicarles un gol. Después se presentó la posibilidad de ir a Venezuela”.

Cáceres tiene muy presente todo lo que vivió vestido de rojo. Le tocó atravesar el peor momento de la historia del club siendo un pibe, algo que lo marcó para siempre. “No se sabe mucho, pero los jugadores de fútbol, más allá de disfrutar de esto, tienen mucho estrés. Hubo momentos en mi carrera en los que me han tocado responsabilidades muy fuertes, como vestir la camiseta de Independiente. No es para cualquiera eso. Me tocó jugar en el momento más delicado del club y hemos dado la cara la mayoría de los chicos. Yo quería seguir en el club, pero no se me dio por motivos dirigenciales”, recuerda.

Y agrega: “Después de tanto estrés y de tanta presión que pasamos en Independiente era hora de poder disfrutar del fútbol. Si bien pude disfrutar por momentos, yo comprobé que no es fácil vestir la camiseta de Independiente. Varios jugadores eran muy buenos en sus equipos, pero a la hora de ponerse esta camiseta les pesó muchísimo”.

-¿Era muy complicado poder disfrutar del día a día del Rojo cuando estabas vos?

-Sí porque sabíamos que había una obligación de volver rápido a Primera. Uno no se siente a gusto en esa situación. Para nosotros era ganar, ganar y ganar para irnos rápido de ese lugar. Era inmediato. Había problemas dirigenciales y eso no era de ayuda para nosotros. Hace años el club lleva malas administraciones. Cuando no hay una buena administración las cosas no resultan bien. A la larga todo tiene un motivo.

-En tu época muchos chicos subieron a Primera por una necesidad del club y hoy pasa algo así con los pibes. ¿Se puede trazar una similitud en esto?

-No. No hay punto de comparación. Hoy Independiente no está en su mejor momento y tiene muchos problemas, pero con la gran diferencia que no tienen la obligación que nosotros teníamos. Nosotros eramos todos pibes, sacando a Tula, a Claudio (Morel Rodríguez) y al Rolfi, que realmente dieron la cara en ese momento. Hoy no es fácil, pero no tienen esa presión. Te lo pueden decir hasta los utileros y las señoras que lavaban la ropa. Cuando la cosa no iba bien se sentía el ambiente pesado. Tenés que vivirlo para saber lo que realmente se siente. Era muy delicado y a nosotros nos pesó bastante. Pero pudimos cumplir ese objetivo. Se tenía que cumplir de cualquier forma. Muchas veces el cuerpo no te responde y uno nunca está preparado para eso. Yo estoy aprendiendo el curso de DT y los psicólogos nos dicen que la mente nunca va a estar preparada para muchas cosas. No hay un curso para mejorar eso a la hora de la verdad. Nosotros sin experiencia afrontamos las responsabilidades, rodeados de jugadores de experiencia que nos daban la seguridad que necesitábamos.

 

-¿Cuál es el recuerdo más lindo de Independiente?

-El gol que le hice a Huracán. Fue la primera victoria de Independiente en un momento en donde se me presentó la posibilidad de jugar y lo aproveché. Me sentí alegre por haberle aportado algo al club en ese momento. Ese vestuario era impresionante. Me puedo quedar con la Copa Sudamericana de 2010 que me he quedado festejando hasta el amanecer. Pero lo mejor fue ese gol a Huracán. Fue el inicio de algo que fue cambiando el rumbo de Independiente porque si no hubiésemos ganado ese partido se nos hubiera venido todo abajo. Eso era categórico. Todos lo sabíamos antes del partido.

-¿Y el recuerdo más doloroso?

-Que Independiente se haya ido al descenso fue lo más doloroso. Yo estaba a préstamo, regresé, pero no tuve tanto rodaje. Llegué los últimos seis meses. Todos estamos en una misma bolsa porque todos somos parte. Hasta hoy me pasa: si Independiente gana, yo también gano y digo “hoy ganó Independiente, estoy contento”. Y esa felicidad no se te quita. Cuando le va mal también me siento parte.

-¿Podés ver todos los partidos del equipo?

-Sí, veo todo lo que puedo a través de una aplicación que me permite ver el fútbol argentino. Cada vez que juega Independiente me pongo a verlo tomando mate. Muchas veces tengo que acomodar los horarios. Dejo de hacer cosas para ver a Independiente. Hay que estar. Independiente me dio un nombre y para mí es todo. Yo me estoy preparando para después del fútbol. Si Independiente el día de mañana me necesita como utilero, aguatero o canchero, ahí voy a estar. Independiente es parte de mi vida. Sigo teniendo la camiseta con la que hice el gol (la muestra). Me acompaña a todos lados. Tengo varias, pero me quedo con esta. Es un amuleto.

-Por las redes se te ve siempre vestido del Rojo.

-Sí. Incluso a mi esposa le regalé muchos buzos míos de Independiente.

-¿Tu hijo es hincha del Rojo?

-Tiene un año. No me lo vas a creer pero tengo videos en los que le estoy enseñando a cantar las canciones de Independiente. Le pongo videos, le muestro la pantalla y empieza a hacer el gestito con la mano, ja. Ojalá que lo pueda llevar porque me gustaría que Matthew pueda conocer donde me formé y saber lo grande que es Independiente. Para que vea dónde jugó su papá.

-¿Tu esposa te banca o te mira raro?

-Ella no era tanto del fútbol. Pero después que nos casamos, yo regreso solo a la Argentina y le hago venir para acá. El día que conoció la cancha quedó fascinada. Y me dijo que le hubiese gustado verme jugar en Independiente. No dimensionaba en donde yo estaba antes. Ella me conoció en Estados Unidos. Una cosa es mirarlo por TV y otra es verlo en vivo. Ella estuvo en la cancha, en la garganta, y disfrutó mucho.

-¿Cómo ves al plantel a la distancia?

-Viendo algunas declaraciones, los chicos están esperando por algunos jugadores que necesitan. Ellos viven el día a día y saben si hace falta. Por eso ellos hablan y dicen que realmente necesitan jugadores, no de nombre, porque a la hora de la verdad se necesitan jugadores que rindan.

-¿Y cómo se vive desde afuera todo lo que ocurre a nivel institucional?

-Se ve muy diferente, muy caótico. Se ve una situación de desesperación. ¿Cuántos refuerzos sumó Independiente en esta temporada?

-Por ahora solamente a Marcone…

-Marcone. Ese es el camino correcto. Muchas veces es mejor llevar jugadores como Marcone que realmente siente la camiseta. Es hincha. Yo hace dos años pedí por Marcone, tengo guardado el tweet. Él puede hacer y entender lo que el hincha quiere. Es un plus, una motivación. Yo no lo conozco personalmente, pero siempre quise que tenga esta posibilidad. Independiente debe quedarse con estos jugadores y no traer a los que te pueden hacer endeudarte más. A la larga no sabés cómo te pueden salir. Está el caso de mi compatriota, Cecilio Domínguez, que valió muchísimo y se fue sin darle plata a la institución. Pierde capital el club y al fin y al cabo los socios no dan a basto porque ellos pueden pagar la cuota, pero no alcanza porque hay deudas por todos lados. Independiente no puede seguir endeudándose. Hay que parar de gastar y aguantar con lo que tiene. Hasta que vuelva a recuperarse. ¿Cómo vas a traer a un jugador que sale 700 mil dólares o un poco más? Yo veo las noticias, vi que perdió juicios y tiene que pagar y digo “cómo va a traer más jugadores si el club no tiene plata”. Se ve muy caótico y muy desesperante cuando uno espera refuerzos sabiendo que no hay plata.

-¿Vas a ser DT cuando dejes de jugar?

-Estoy haciendo tres clases de cursos de técnico distintos. Estoy haciendo uno en Estados Unidos, otro con AFA y otro con Conmebol. Realmente me estoy preparando por si el día de mañana se me presenta la posibilidad de dirigir. En algún momento había hablado para crear una academia acá en Estados Unidos con la filial de Independiente. Ese es uno de mis sueños, tener a niños que tengan el escudo de Independiente. Yo estoy preparado para todo. Si el día de mañana se me presenta la posibilida de volver al club, regresaría de mil gustos. Y si me llaman ahora para ir a jugar también estoy sin ningún problema. Desde mi parte siempre puedo aportar algo y transmitir mi experiencia.

-Sigue el mercado de pases abierto todavía, quién te dice…

-Yo voy como sparring, no pasa nada, ja. Me gustaría regresar al club. Poder ir a la cancha, compartir con la hinchada. Ser un día hincha. Estar ahí, cantando y saltando.

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