Jaqueado por su mala gestión y por la ausencia total de respaldo de los Dirigentes y el Plantel, Montenegro estaría cerca de renunciar.
Llego al Club como una esperanza entre tanta desidia. Una bocanada de aire fresco en el mal manejado futbol profesional. Sin embargo, a pocos meses de empezar, su gestión se cae a pedazos, corroída por sus malas decisiones, la falta de apoyo político y algunos manejos extraños que merecen alguna explicación.
Apenas llego prometió “vengo a renovar el contrato de Bustos, si agarro el cargo de Manager, Fabricio se queda en el Rojo”. Pocas semanas después, se iba libre a Brasil.
Luego sentencio: “Este mercado de pases mi prioridad es retener a Romero y a Velasco”. En cuestión de horas ambos se habían ido del club.
Mas tarde declaró: “Aliendro va a jugar en Independiente. Esta todo muy avanzado”. Hoy juega en River.
Otro caso insólito, es el de Poblete, quien no llego a jugar cinco encuentros completos cuando debió dejar el club de manera sorprendente, no sin antes haber tenido que pagar 400.000 dólares por su préstamo. Raro.
Además, resulto muy extraña la libertad de acción de Domingo Blanco, por el cual no ingreso un solo peso al club. Juntamente, la cesión sin cargo de jugadores como Togni, Costa, Martínez, y varios más. Curiosamente, todos ellos, figuras en sus nuevos equipos, mientras que en el Rojo sufrimos viendo a Insaurralde, Laso, Rodríguez y tantos otros “refuerzos”.
Por último, y por encima de todo, la ausencia total de respaldo de Montenegro a “su DT”, Eduardo Domínguez. Quien espero infructuosamente un espaldarazo del Manager que jamás llego.
Ayer, frente a Atlético Tucumán, ni siquiera acompaño al plantel.
