Desde la salida de Silvio Romero hasta la llegada de Leandro Benegas, Independiente sondeó y ofertó por varios delanteros de jerarquía. Sin embargo, ninguno llegó y trajeron a un delantero para rellenar el plantel. ¡Nada bien!
Lo dijo apenas llegó. Eduardo Domínguez remarcó que las prioridades a reforzar eran los dos laterales y, cuando estaba Silvio Romero, solo un delantero más de jerarquía. Sin embargo, tras la salida del goleador y capitán, Independiente necesitaba no uno, si no dos centrodelanteros en la ofensiva. Tristemente, trajo un mediapunta y un delantero de relleno, los dos en condición libre.
En las últimas horas, Independiente cerró al centrodelantero, Leandro Benegas. Esta última incorporación generó polémica y malestar en la gente del Rojo. No por el futbolista en sí, si no más bien por todo el tiempo que transcurrió en este mercado y la poca viveza para negociar.
Una vez que se fue Silvio Romero, Independiente cerró la llegada de Leandro Fernández. Sin embargo, Fernández no cumple con la función de centrodelantero nato. Luego de esa llegada, la dirigencia intentó y se les esfumó la posibilidad de traer a Martín Cauteruccio, Adolfo Gaich, Ramón “Wanchope” Ábila y Matias Tissera; dejando así un mercado austero y triste.
Esperemos que Leandro Benegas arribe al Rojo para cerrar bocas y que esta situación termine de la mejor manera. Pero la realidad es una: la dirigencia lo incorporó a último momento, para rellenar el plantel y para intentar satisfacer el gusto del hincha.
