Sería una tontería tratar de sacar una conclusión de conjunto y decir dónde está parado el equipo después de dos partidos de verano. Pero lo que sí se puede, de hecho para eso aprovechan los técnicos estos partidos, es ver de qué manera encaran los jugadores, algunos ya conocidos y otros no, individualmente el comienzo del año.
Si tenemos que arrancar por lo más flojo debemos hablar de Ismael Sosa. El delantero sigue desperdiciando las chances que le da Pepé y su situación parece no tener retorno. Está en un nivel tan bajo que ya ni siquiera aprovecha su velocidad y hasta se lo nota con dificultades a la hora de dar un pase bien. Por la misma senda anda Emanuel Centurión. Con lo bien que nos vendría un mediocampista con ida y vuelta por la izquierda es una lástima que el ex Vélez juegue así.
Mareque sigue alternando buenas cuando ataca con malas a la hora de cuidar el arco (que es lo primordial en un defensor). En estos dos partidos se quedó más abajo, habría que ver si por orden del técnico o por no querer exigir el físico en plena pretemporada. A pesar de eso no mejoró en la marca.
Ríos y Fredes no tuvieron malas actuaciones, de hecho participaron en algunos goles y Hernán convirtió dos veces, pero en mi opinión no da para ilusionarse. Son de esos jugadores que tienen buenas condiciones y saben con la pelota, pero les falta carácter para triunfar en la primera del Rojo. Sólo pueden llegar a ser buenos acompañantes en un equipo con figuras. Ya vimos varios con las mismas características (Prieto y Amaya se me vienen a la cabeza como claros ejemplos).
También tuvieron una de cal y una de arena Rodríguez y la juvenil defensa. El Patito jugó bien contra Racing, gol incluido, pero ayer casi no tocó la pelota. Influyó que cayó mucho todo el equipo, suponemos que por sentir el cansancio, pero igualmente ya tenemos ganas de que empiece a demostrar sus condiciones, que parecen ser muchas.
Viola, Bocchino y Caracoche cumplieron y levantaron el flojo concepto que quedó de ellos en las últimas fechas del año pasado, pero igualmente se nota que les falta rodaje sobretodo cuando tuvieron que marcar en pelotas paradas, salir a buscar o a cerrar lejos (en el caso de los centrales) y a la hora de proyectarse (el lateral).
Físicamente se los notó mejor, más veloces, salvo en el segundo tiempo frente a River, algo lógico teniendo en cuenta la pretemporada y que la mayoría había jugado 72 horas antes.
Llegando a los que dejaron mejores impresiones debemos hablar de Gandín y del pibe Vittor. El delantero se mostró peligroso, más movedizo y eficaz que de costumbre y cerró dos actuaciones que seguramente habrán puesto contento al técnico. Lo mismo el pibe, que a pesar de sus pocos partidos en primera tuvo presencia, marcó, raspó y se lo vio criterioso a la hora de pasar la pelota. De seguir así, pinta como una alternativa más que valida para el mediocampo.
Y hablando de alternativas, si alguien dejó una buena imagen en estos partidos, ese es el Pipita Higuaín. Frente a Racing fue la figura, al igual que en el primer tiempo del match contra River. Con velocidad, habilidad y precisión a la hora de habilitar compañeros fue (sin jugar para diez puntos, está claro) fue lo mejor del equipo.
Falta ver quizás a alguno de los nueve juveniles y al pibe Depetris, pero supongo esto no fue todavía posible por el nivel de Gandín y la lesión de Centurión (se me ocurre que Leandro podría haber entrado en el segundo tiempo por Higuain que jugó los dos encuentros).
Todavía quedan algunos partidos para sacar conclusiones y llegar de la mejor manera posible al comienzo del campeonato, pero Pepé ya puede ir aclarando el panorama.
