Esa es la cuestión. Y en la búsqueda de una identidad de juego, el equipo de Jorge Almirón recibirá este sábado a Belgrano de Córdoba.
Con la obligación de ganar en el Libertadores de América. Porque en el transcurrir de las primeras fechas del campeonato, tiene saldo a favor fuera de casa y está en debe en Avellaneda.
Dos triunfos impensados para la mayoría – frente a Newell´s en el Parque de la Independencia y contra Quilmes en el Centenario – nos presentan un escenario con futuro prometedor. Porque dicen que para salir campeón hay que ganar en Rosario y el Rojo lo logró.
Pero la materia pendiente es de local. Sarmiento le complicó el partido, hasta el punto de casi ganárselo. Pero el empate de Matías Pisano, le dio aire en una cancha que se le caía encima.
Será un partido especial para Independiente. Con el compromiso moral de demostrar que se puede y la intención de cambiar la imagen. El cuerpo técnico y los jugadores están convencidos del proyecto futbolístico y aquellos que vamos diariamente a los entrenamientos, observamos el buen clima que se vive. Un tiempo atrás -y no hace mucho- la situación era muy diferente.
Es un arranque prometedor. Tanto en rendimiento, como en resultados. Y el partido del sábado, puede servir para comenzar a dar vuelta una historia difícil y muy tirante del DT con los hinchas.
