El Mariscal volvió a su casa. Gabriel Milito se convirtió en el quinto refuerzo de Independiente, tal como adelantó De la Cuna al Infierno. A partir del domingo se pondrá a disposición del plantel y ya dejó en claro que quiere ser parte del partido ante el Internacional de Porto Alegre.
“Estoy para jugar. Tenemos todavía una semana por delante, lo primero que quiero hacer es ponerme en contacto con el grupo y con el cuerpo técnico para ponerme a su disposición. Desde que terminó la Copa América estuve entrenando por mi cuenta, no me quedé quieto y me siento bien, después ya la decisión será del Turco”, dijo Gabriel Milito en su presentación como nuevo jugador de Independiente.
El Mariscal no dejó dudas cuando se le consultó acerca de las razones de su regreso: “Es una respuesta bastante fácil. Mis deseos por regresar al país y a mi casa eran muy grandes. Sentía una necesidad de volver a Independiente. Nos pudimos juntar, hablar sobre esta posibilidad y se pudo concretar. Para mi es un día muy especial, muy emotivo, desde que dejé el club hace ocho años siempre soñé con regresar y es un sueño hecho realidad. Esperemos que esta nueva etapa sea tan buena como la primera”.
Milito, que llevará la camiseta número 18, recordó los momentos que vivió en su anterior paso por el Rojo: “Son muchas imágenes y muchos recuerdos muy lindos. En este club pasé muchos años, no sólo en primera sino también en las inferiores, además de todos los que he tenido como hincha. Me acuerdo que desde muy chico venía con mi abuelo a la cancha, a festejar a la puerta de la sede cuando el equipo salía campeón y después me tocó a mi como jugador”.
El defensor consiguió la carta de libertad del Barcelona español, lo que le permitió recalar nuevamente en Avellaneda y firmar un vínculo por tres años. De todas formas el dinero que tuvo que resignar nunca fue una traba. “Lo económico no era lo más importante. Me pudo el deseo de volver a Independiente. Era una posibilidad que venía manejando este último año, que la necesitaba y por suerte se pudo dar”, explicó y agradeció al club por el esfuerzo que hizo por contratarlo.
En ningún momento ocultó su alegría. “Mi primer gran objetivo era regresar”, repitió una vez más para luego referirse a los próximos compromisos. “Gracias a lo que consiguió el equipo en la Sudamericana del año pasado hoy tenemos la chance de jugar muchas finales y hay que aprovecharlas. Vine con esa meta, de poder ganar todo lo que está en juego”, se animó.
Los hinchas, felices de volver a ver al Mariscal con la camiseta del Rojo, no se olvidan de otros dos anhelos como son Diego Forlán y Esteban Cambiasso. El Gaby sabe que, pese a las dificultades, sus dos amigos podrían seguir su camino en un futuro: “Son decisiones muy personales que cada uno debe tomar. A mi no me costó nada volver y no se si la situación de ellos será la misma. Sí se del sentimiento que tienen y en varias oportunidades hemos hablado de que les gustaría volver a pasar por este club”.
El Gran Capitán volvió para la alegría de todo un pueblo Rojo que lo extrañó desde el primer momento en que dejó Independiente. Milito está otra vez en Avellaneda. El sueño está consumado.
