El micro que trasladó al plantel de Independiente recibió huevazos antes de llegar al Libertadores de América. Los jugadores fueron silbados al entrar y al salir del campo de juego.
En un clima hostil, el equipo de Gabriel Milito ingresó al estadio con el ómnibus completamente sucio a causa de huevazos que lanzaron ciertos hinchas a la bajada del Puente Pueyrredón. Los jugadores fueron silbados, insultados y hostigados desde que llegaron hasta que salieron del campo del Libertadores de América.
Los fanáticos apuntaron directamente hacia la falta de carácter en el Clásico de Avellaneda y recibieron al equipo con canciones de reproche y lanzando proyectiles desde las tribunas, lo que demoró el inicio del encuentro ante River. A pesar de la victoria, el público despidió a los futbolistas entre insultos y murmullos.
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