Independiente volvió a perder, aunque mostró algunas mejorías respecto de partidos anteriores.
Partido complicado el que se vivió en Vicente López. Con un clima enrarecido por la quita de la localía producto de los sucesos del viernes, Independiente recibió a Atlético Tucumán en la cancha de Platense. El Decano, con Lucas Pusineri en el banco, venía puntero e invicto en el torneo, por lo que en la previa suponía un adversario duro de batir.
De arranque, el Rojo empezó dormido. Cuando no había tiempo para aventurarse por un dominador, Atlético Tucumán avanzó por la derecha de la mano de Ramiro Ruiz Rodríguez. Llegando al final de la cancha, el futbolista descargó al medio, y apareció Augusto Lotti. El delantero, solo, definió y puso el 1-0 en menos de un minuto.
Sin embargo, el gol no noqueó a Independiente. El “local”, lejos de rendirse, empezó a dominar el mediocampo. Con Tomás Pozzo en un gran nivel, logró burlar a Atlético Tucumán en esa zona, y generó varias chances. La más clara, tal vez, fue el remate de Gabriel Hachen, que se desvió y pegó en el palo. Aún así, y pese a los méritos, no conseguía la igualdad.
El segundo tiempo, por su parte, no fue muy distinto. El Rojo siguió intentando con jugadas asociadas, mientras el Decano apostó más a la contra. Pese a los cambios de Claudio Graf, el Rey de Copas no pudo romper la resistencia de Carlos Lampe.
Al finalizar el encuentro, Independiente se quedó con las manos vacías. Mostró algunas mejorías, y algunas sociedades interesantes, pero no alcanzó para, al menos, rescatar un punto. Mientras tanto, el Rojo juega otro partido aún más importante: La lucha por la democracia en el club.
