Independiente fue goleado y vapuleado 4-0 por un Belgrano de Córdoba que mostró un fútbol genial. El Rojo cerró de la peor manera una buena campaña. No jugó nada bien y perdió hasta en actitud.
El Pirata cordobés recibió al Rojo y lo sacó a bailar. Le ganó en todos los aspectos importantes del partido y fue claramente un vencedor contundente. Y, si bien, Independiente manejó la pelota en el primer tiempo, nunca le hizo daño a su rival. En cambio, el local sí.
Independiente se había aproximado. Pero el que golpeó fue Belgrano. Marcelo Vidal recibió en la mitad de cancha y quiso eludir o tirar un caño, perdió la pelota con Márquez que corrió y definió ante la salida de Diego Rodríguez. El rebote del Ruso lo aprovechó Furch para marcar el primero.
Vidal perdió la pelota y también la carrera con Furch que llegó y la metió sin resistencia. A partir de ahí el Rojo empezó a perder en todos lados. Belgrano le ganó con actitud y vehemencia. La figura de Zelarrayán se empezó a agigantar y de su mano, el equipo de Zielinski.
Independiente buscaba con algún desborde de Francisco Pizzini o la búsqueda de siempre que da Federico Mancuello. Daniel Montenegro y Matías Pisano buscaron conectarse pero nada salía. Los de Jorge Almirón por momentos parecían estar paseando y no tenían profundidad para lastimar.
En el área visitante, Diego Rodríguez hacía crecer su figura. El Ruso tuvo un gran partido, pero así y todo la fue a buscar varias veces adentro. Una de ellas fue a los 34 minutos. Otra vez el rubio delantero del Pirata, Fuch, tomó la pelota en tres cuartos de cancha, se acomodó con total tranquilidad y sacó un derechazo que se metió en el ángulo de un Ruso que voló para hacer más espectacular al gol.
Así se fue el primer tiempo .Independiente había recibido dos golpes fuertes y en ningún momento mostró con firmeza estar buscando la manera de revertir la situación.
En el complemento se vio lo que se esperaba. Independiente yendo a buscar sin profundidad ni convencimiento y Belgrano buscando el momento justo para golpear de vuelta. Y lo logró. El Rojo había intentado, pero a los 15 el Pirata construyó una pequeña de obra de arte para el tercer tanto. Una pared genial, con taco incluido, culminó en Márquez que definió por sobre el Ruso.
Independiente perdía 3 a 0 y su mejor jugador era el Ruso. Sí, el arquero. Eso demuestra claramente la diferencia y lo mal que jugó el Rojo. Fue sobre pasado por Belgrano en todo sentido. Y, si bien entre los 20 y los 30 minutos pudo haber encontrado el descuento, sobre todo en un zurdazo de Pizzini que rompió el travesaño, fue el local el que estiró su ventaja.
Otra vez fue Furch el que vulneró al Ruso. En esta oportunidad, a los 35 minutos, el que desbordó fue Pereyra y su centro pasado cayó justo en la cabeza del goleador de la noche que en la altura le ganó a Rodríguez.
En el final sólo quedó espacio para la expulsión de Aguilera y alguna que otra tapada más del Ruso. Independiente fue superado claramente por Belgrano en todas sus líneas y perdió. No tuvo autoridad para nada. No tuvo convicción. No fue profundo. No tuvo el fútbol de otros partidos. Y, lamentablemente, cerró de la peor manera una campaña muy buena en la que pudo haber peleado hasta el final y dejó pasar la chance. A aprender y a seguir para adelante.
