Un 5 de julio de 2003 se empezó a escribir la historia de uno de los mejores delanteros argentinos del último tiempo.
Era la última fecha del Clausura 2003. Independiente no tuvo un buen campeonato. Sumó 18 puntos en 19 partidos. Salió decimoséptimo entre veinte equipos. Sin embargo, en la última fecha, ante San Lorenzo, Óscar Ruggeri, entrenador Rojo, hizo debutar a un pibe de quince años, un mes y tres días.
Ese pibe era Sergio Agüero, que ingresó a los 24 minutos del segundo tiempo por Emanuel Rivas. Lo demás es historia conocida. Pasaron los años -y los entrenadores- y el Kun fue haciéndose un lugar. Su primer gol lo convirtió ante Estudiantes, en noviembre de 2004, con Pedro Monzón como DT.
Tras la gloria en el Mundial Juvenil de Países Bajos, Agüero explotó. Ya con Julio Falcioni en Avellaneda, la temporada 2005-06 fue toda suya. Marcó 18 goles en 36 partidos. Sus goles a Racing siempre son recordados: el de los enganches a Crosa, los del bailecito a la tribuna en el Cilindro. Agüero brillaba ante la Academia.
Tras esa campaña memorable, Sergio partió hacia Madrid. Con el dinero de la venta se edificó el Ricardo Bochini. Ese no fue su único aporte. Años después, junto a Gabriel Milito, pusieron dinero para la puesta en valor del predio de Villa Domínico.
Su historia con el club, como todo, tiene claroscuros. Siempre dijo que se iba a retirar en el club. En 2011, cuando salió campeón de la Premier League con el Manchester City gracias a un gol suyo en el minuto 93 en el último partido de la temporada, festejó con dos banderas: una de Argentina y otra de Independiente.
Las declaraciones le jugaron en su contra. Primero dijo que iba a volver en 2018. Luego, tras el Mundial de Rusia. Posteriormente, que quería seguir en el alto nivel Europeo. Entonces, el Kun, decidió callar. Ya no hablaba del club de sus inicios en las entrevistas que daba. Tampoco le preguntaban. Pasó a ser un tema incómodo. Independiente se convirtió en un tabú para Agüero.
Luego llegó el inesperado retiro: en 2021, mientras jugaba un partido con el Barcelona, sufrió una arritmia y nunca más volvió al profesionalismo. El Kun, reconvertido en streamer y empresario emprendedor, habló del Rojo al comienzo de la colecta de Maratea: “Hablé con Mancuello y hemos tomado algunas decisiones para hacer algo lindo para el club. La realidad es que lo importante es cómo se administra el club. Porque Maratea, Agüero, Messi o quién sea junta la guita, y después, la deuda sigue estando”, soltó.
Siguió el Kun: “Yo quiero a Independiente, pero hace años que la cosa no viene bien. Hemos aportado con Gaby Milito para el predio. Después dejamos el 15% de pases como casi todos los jugadores. Todo se lo quedó el club. Entonces es una cosa más administrativa que juntar el dinero, porque después cómo sigue el club”.
Hace 20 años comenzó una historia que tuvo goles, amor, desencuentros, pasión, y muchas otras cosas. Pero la historia no terminó. ¿Quién sabe? Quizás el cuento termine con un final feliz.
