Connect with us

A sembrar más gloria

No hay pasión que nos separe. No hay kilómetros que puedan alejar este sentimiento. No hay lejanía que pueda apagar tanto fuego en el corazón, tanto galope en el alma. No existen fronteras para este amor. No hay océanos más grandes que tu gloria, que tu inmensa historia. No. No busquen nada más. El miércoles vuelve el Rey, para lucir su corona reluciente, para volver a demostrarle al mundo quién es Independiente. Porque ellos allá, y nosotros acá, vamos a volver a poner de pie al gigante más grande. Un plantel hambriento de gloria, millones de hinchas sedientos de títulos. Vamos de la mano, por más. Por mucho más.

No se puede comparar este sentimiento. No hay forma. No hay montañas ni nada que separen este profundo amor. Se terminó la espera. Este miércoles es la vida en 90 minutos. Será una de las grandes batallas que nos deparó el semestre. Los jugadores así deben entenderlo y jugar con el corazón en la mano. Porque millones, en Argentina, y en otros rincones del mundo, vamos a estar jugando con ellos. No hay distancia que nos separe. Porque Independiente somos todos. Los que nos representan en la cancha deberán estar a la altura de la historia. Comprometerse por la camiseta e ir por la gloria. Acá los esperamos. Sólo queremos la Copa.

Matarse por el compañero, como nosotros matamos la garganta en la tribuna. Regar el césped japonés de transpiración, como nosotros mojamos la camiseta en el cemento. Jugar con el corazón en la mano, como nosotros lo tenemos en cada partido, minuto a minuto. Ustedes por nosotros, nosotros por ustedes. Juntos por Independiente. Por nuestra historia, nuestra mística, nuestros genes, nuestra pasión. No sólo juguemos por el presente, también juguemos pensando en el pasado y proyectando el futuro.

No hay cansancio, sólo las ganas de alimentar las vitrinas con más Copas. No hay dolores, pero sí el orgullo de salir a la cancha y desgarrase la piel para ganar el partido. Aquí no habrá sueño, ni agotamiento. No hay nada que pueda ganarle a la ilusión que nos inunda desde aquel 8 de diciembre de 2010, cuando esa noche calurosa en Avellaneda sentimos que volvíamos a ser el gigante que, tiempo atrás, el viejo o el abuelo nos dijeron que éramos. Lo somos, y ahora lo sentimos más que nunca.

Porque Independiente es el orgullo, es la Copa, es la historia que sembró el mundo a base de fútbol bien jugado, de jugadores que dejaron una enorme huella a nivel nacional y mundial. Porque queremos volver a plantar la bandera de la gloria en Japón, como ya lo hicimos con los piratas en 1984, con Vélez en el ‘95. Hoy, 16 años después de ese último logro, queremos volver a pintar de rojo Japón. Ellos allá, nosotros acá. Fundidos por la misma pasión, unidos por el mismo objetivo. ¡Vamos Rojo, carajo!

Cuatro años de una mañana hermosa Cuatro años de una mañana hermosa

Cuatro años de una mañana hermosa

IRTV

Holan defendió la gestión financiera

Actualidad

Las mejores atajadas de Campaña

Actualidad

¿Cómo le fue al Rojo en los mano a mano internacionales?

Actualidad

Advertisement
Connect