Hace 59 años nacía Jose Tiburcio Serrizuela, quién se metió en la historia grande del club, ganando cuatro títulos y marcando un gol que le valió una copa al Rey ¡Feliz cumple, Serri!
El Tiburón llegó a Independiente en 1993, a la edad de 31 años. Antes de esto, tuvo un extenso recorrido, debutando en Los Andes en 1980, pasando a Rosario Central en el 85, después alternó en Lanús y Racing de Córdoba, para llegar en 1988 a River, club donde le fue muy bien, ganándose un puesto y su convocatoria a la selección nacional.
Tal es así, que Serrizuela fue al mundial de 1990 en Italia, llegando a ser subcampeón del mundo con la albiceleste y jugando en cinco de esos encuentros. Por su parte, se fue a jugar a México. De regreso al país, jugó en Huracán un corto lapso, para posteriormente llegar en el 93 a Independiente, donde escribiría historia.
En el Orgullo Nacional, a los meses de su llegada, salía campeón del Clausura 1994 con Miguel Ángel Bríndisi a la cabeza. Después, ganaría la SuperCopa 1994, quedándose con la final frente a Boca, en un vibrante e inolvidable partido para todas las almas rojas. El Rojo conseguía la única copa que le faltaba.
En 1995 seguirían los éxitos para Serri, volviendo a coronarse campeón de la SuperCopa. Tiempo después, obtendría en Japón, ante Vélez Sarsfield, la Recopa. Se enfrentaban el campeón de la Libertadores frente al ganador de la SuperCopa, midiéndose con el actual campeón del mundo, el cual era dirigido por Carlos Bianchi.
En un partido parejo y que la entidad velezana fue superior, se gestó a los 25 minutos de la segunda etapa, una aproximación por el sector derecho del área. En ella, Serrizuela picó al medio y en un preciso centro atrás, le llegó a él para que marque el gol que pondría cifras definitivas y valdría un título.
En 1996 se fue de Independiente pero no de Avellaneda, para pasar a Racing, club donde jugó por un año. Luego, pasaría a Talleres y finalizaba su gran carrera en el club que lo vio nacer, Los Andes. Su estadía por el club arroja: 69 partidos, dos goles y cuatro títulos para quien quedó instaurado por siempre en las páginas de gloria del club. Años más tarde, su hermano jugaría en el club, coronándose campeón del Apertura 2002.
