Independiente fue un desastre ante un pobrísimo Quilmes e igualó sin goles en el Libertadores de América. El equipo de Daniel Garnero tuvo otra actuación para el olvido y sigue sin ganar en el Apertura. La gente, otra vez, insultó a los dirigentes.
El Rojo y Quilmes demostraron en Avellaneda por qué están en los últimos puestos de la tabla de posiciones y brindaron un “espectáculo” espantoso. Claro, lo de la visita no es lo que preocupa, sí lo “producido” por los dirigidos de Garnero, que fue de paupérrimo a patético.
Independiente no jugó a nada y algunos rendimientos, como el de Maximiliano Velázquez, preocupa en serio. Lucas Mareque, en su nueva función, ya no es importante para el equipo, Leandro Gracián pasó inadvertido, Fernando Godoy no paró a nadie y Roberto Battión no demostró estar aún en condiciones de jugar.
Salvo Hilario Navarro, un poquito Julián Velázquez y el pobre y solitario Andrés Silvera, lo del resto fue improductivo y triste. Basta con decir que la única acción de riesgo que tuvo Independiente en todo el partido se produjo recién a los 44 minutos del complemento…
El pobre Quilmes, con todas sus limitaciones a cuestas, fue más que el local y tuvo varias acciones durante el partido que pudieron haber decantado en algún gol que, por lo visto durante la tarde, hubiera sido definitivo.
Independiente acumula apenas 3 unidades de 18 y no da muestras de que el panorama pueda mejorar, al menos en el corto plazo. Así, la gente ya olvidó el veranito del jueves en La Paternal (por el resultado, el juego también fue paupérrimo) y volvió a insultar a la cúpula dirigencial. Es que así no se aguanta más…
