Cuando parece que Independiente recupera la memoria y el rumbo, un cachetazo te vuelve a la realidad. ¿Cuál es Independiente? ¿El que jugó ante Colón o el que jugó ante Arsenal? ¿El que le ganó a River después de muchísimos años, el que empató ante un disminuido Chacarita o el que perdió ante Rosario Central? Parece que la inestabilidad está a la orden del día y por más bronca que dé, hasta parece lógico. Si Independiente se empecina con tirar el achique constantemente, es un problema. Si Independiente tirara el achique como recurso, sólo como recurso, sería más lógico porque para jugar de esa manera hay que tener dos cuestiones bien claras: jugadores a la altura de las circunstancias y concentración al 100%. Es muy difícil que el punto dos se sostenga los 90 minutos y si bien los defensores del equipo le ponen garra, alternan buenos y malos momentos, por ende, la inestabilidad no da garantías de éxito en un tema tan delicado como el achique. Quizás la sombra de César Menotti como manager lo lleva al Tolo a rendirle un homenaje en vida con su sistema táctico pero es un sistema tan delicado como complejo. En la vida como en el fútbol, todo exceso no es bueno. Si las cosas se hacen a su debido momento y con su debida cautela, sería más apropiado. El achique como recurso es válido, como estilo de juego es peligroso.
Ante Arsenal es cierto que la lluvia complicaba y claramente la complicación le cabía a ambos equipos, no era exclusivo problema propio. De todas maneras, Burruchaga supo hacerle frente a pequeños detalles, tirando el equipo hacia atrás, apostando al contra ataque y marcando a los que podían salir jugando con el balón. Jara realmente se movió cómodo ante nuestros defensores. Por el lado rojo, la defensa y su bendito achique fue un problema, uno sólo, porque Mareque, que tanto nos emociona cuando se manda al ataque, se quedó pegado en el intento de achique y Jara, facturó. El regreso del Gandín daba un respiro para acompañar a solitario Silvera pero que el Chipi esté tan pegado a la izquierda pareció un delantero desperdiciado. Piatti que hizo lo que pudo pero que el rival supo cómo frenarlo. Los cambios obligados y obvios no fueron suficiente. El Pelado Gómez tiene que sumarle algo a la garra que nos tiene emocionados. Entró para brindar juego por la derecha pero, hasta el momento, parece faltarle cinco para el mango. A la garra y el empeño, deberá sumarle solidaridad en el campo de juego. Ese será el único camino para que el Tolo dude en ponerlo de entrada porque si sigue por este camino, seguirá haciendo banco por un rato largo.
Estos golpes son inesperados y vaya que duelen. Sin ánimo de campeonar, con algunos resultados positivos, Independiente ilusionaba de cara a futuro. El Tolo le puso actitud a un equipo que es inestable. Sólo él puede resolver las cuestiones anímicas porque si nos guiamos por lo que vimos en algunos partidos, jugadores que sepan tratar la pelota, hay. El Tolo debe saber conquistar la atención de sus dirigidos enseñándoles a combinar juego y actitud, concentración y solidaridad. Quedan paradas bravas y todos lo sabemos. Hay equipos que pelean por la promo y por el descenso y no por eso son débiles sino todo lo contrario: se juegan la vida en cada partido y no son encuentros nada simples. Hay equipos que luchan arriba también. Nadie dice que sea fácil, pero todo depende de nosotros y debemos sostener lo bueno, pulir lo complejo y eliminar lo malo. ¿Se puede? Claro que se puede, de eso no caben dudas. Confío en este plantel porque a diferencia del que tuvimos el torneo pasado, a este, parece interesarle la camiseta y la historia.
Independiente volvió a casa y hay que saber aprovecharlo. Hay que sostener de locales y revertir de visitantes. Se viene Gimnasia, se viene Banfield, se viene San Lorenzo. Tres realidades bien distintas pero no por eso, poco complejas. No hay que relajarse, hay que sacar a relucir el orgullo que han demostrado en varios partidos de este Apertura y demostrar que los buenos encuentros no fueron casualidad. Independiente tiene, debe recuperar las fuerzas y levantarse ante la adversidad. Contra Arsenal tuvimos muchas y no fuimos contundentes. Arsenal llegó poco pero fue efectivo. No se pudo, pero se tiene que poder. A trabajar que de la única manera que se sigue en carrera es haciendo borrón y cuenta nueva porque faltan siete fechas y si queremos volver a ser protagonistas, sólo caben los buenos resultados y eso, depende pura y exclusivamente de Independiente.
Por Débora D´Amato para InfiernoRojo.com
