Independiente derrotó 2-1 a Quilmes en el estadio Centenario. Con dos golazos, uno de Federico Mancuello y otro de Lucas Albertengo, consiguió los tres puntos. Jugó un gran primer tiempo y en el segundo lo logró definir. En el gol del local hubo complicidad de Diego Rodríguez.
Independiente jugó un interesante primer tiempo. Dominó a su rival desde el comienzo al final. Tocó en corto y cuando vio la posibilidad apuró con el pelotazo al hueco para crecer en terreno y construir ataques. Tuvo en Matías Pisano y en Federico Mancuello las armas de creación claves en su juego. A partir de ellos nacía todo el fútbol.
Y así fue que a puro toque, desmarque, triangulación y control de la pelota fue ganando terreno, hasta que la pelota cayó en Pisano. La jugada arrancó en la zaga central y llegó al Enano que se sacó dos jugadores y cedió para Mancuello que de zurda clavó un zapatazo terrible para el 1-0.
Iban 9 minutos y el Rojo confirmaba en el marcador lo que de a poco iba a demostrar en el juego y en la cancha. Por momentos parecía que lo tenía atado a Quilmes, porque controlaba la pelota y cuando no la tenía rápidamente los jugadores corrían para volver a lograr la tenencia.
Así fue que José Valencia tuvo dos oportunidades en las que eligió mal. Y, más tarde, a los 36 minutos exactamente, fue Lucas Albertengo el que casi marca el segundo. Casi, porque apareció Fabián Assman y se lo impidió.
Acto siguiente, tiro libre para Quilmes, Rodrigo Droopy Gómez le dio desde lejos y con la complicidad de Diego Rodríguez igualó el encuentro. Increiblemente el local llegó al empate cuando poco había hecho. Y, antes del final del primer tiempo Valencia tuvo una situación inmejorable tras un choque entre Assman y un defensor, pero su remate se fue ancho.
Ni bien comenzó el segundo tiempo, otra vez Independiente tuvo la chance de ponerse al frente en el marcador. Albertengo recibió de Pisano, pero su remate fue desviado al tiro de esquina por Assman. De ese córner, Valencia casi marca, pero tampoco pudo.
De a poco ambos iban teniendo posibilidades, aunque siempre fue Independiente el que lucía mejor y tanto fue así que en una contra espectacular logró la diferencia final.
Iban 21 minutos y Quilmes tenía un tiro de esquina a su favor. La pelota fue al área, el rebote cayó en Pisano que salió rápido. Le hicieron falta, pero Loustau dejó seguir. Acertadamente, porque la pelota derivó en Papa que recorrió su sector y lo habilitó con un gran cambio de frente a Albertengo, quien en dos movimientos dominó y definió ante la salida de Assman. Así llegaba el segundo. Así el visitante se ponía 2-1.
Con la diferencia a su favor y con un futbolista más por la expulsión de Diego Buonannotte en Quilmes, Independiente comenzó a manejar el resultado. No así el partido, porque el local por el propio empuje hizo que el Rojo se metiera atrás y pasara los últimos minutos con nerviosismo. Si bien el Cervecero nunca encontró el camino ni dañó, llevó preocupación.
De todas maneras, el Rojo fue encaminando el triunfo y se terminó quedando con la victoria y, así, con los seis puntos que jugó de visitante. La media inglesa al revés funciona. ¡Vamos Rojo!