Hace varios partidos, las palabras de Eduardo Domínguez y Rolfi Montenegro evitan el tema en detalle de la falta de refuerzos. Hasta los jugadores lo pidieron.
Independiente cayó, tristemente, por 3 a 1 ante un Patronato que jugó con un jugador menos 75 minutos del partido. De tal manera que, dentro de la cancha y en los nombres que estaban en el banco de suplentes, se notó de forma clara la falta de refuerzos e incorporaciones en este plantel. Lo extraño es que tanto Eduardo Domínguez como Rolfi Montenegro, al momento de expresarse, no suben el tono y exigen públicamente a esta dirigencia. ¿Hasta cuándo?
Una vez finalizado el encuentro ante Patronato y cuando todo parecía indicar que, nuevamente, Eduardo Domínguez no iba a dialogar con los medios de comunicación; el mismo DT dio el presente y respondió varias cuestiones.
Cuando le consultaron en detalle sobre el mercado de pases y la falta de refuerzos, Domínguez dijo: “Cuando se cierre el libro, veremos con qué jugadores contaremos, quién vino, quién no. No quiero hablar del tema hasta que no termine el mercado”. Y cerró: “A Edgar Elizalde y Facundo Ferreyra los pedí yo. Ayer hablé con Gerónimo Poblete y me dijo que tenía ganas de seguir”.
Ahora bien, ¿hasta cuándo así? Porque no salen a hablar tanto el entrenador como el Asesor Deportivo de Independiente, exigiendo públicamente y presionando a esta dirigencia para que se mueva de una buena vez. El silencio, las ironías y las ausencias a las conferencias de prensa cansan.
Lo irónico es que hasta los mismos jugadores del plantel se han expresado públicamente, manifestándose sobre la falta de incorporaciones. Es urgente la situación. No sirve el quedarse callado o seguirla pateando. Ojo, no sirve si se quieren soluciones rápidas que, al parecer, poco las están buscando.
