LO BUENO:
-Absolutamente, nada para destacar. Para mas información, referirse a “Lo feo”
LO MALO:
-Absolutamente, nada para destacar. Para mas información, referirse a “Lo feo”
LO FEO:
-Otra derrota en un momento clave: Instituto había perdido con Crucero del Norte e Independiente tenía la chance de volver al tercer puesto -pasando a ambos equipos-. Sin embargo, el Rojo volvió a demostrar que no está a la altura, que sus futbolistas están pasando por un momento pésimo -y varios de ellos, tienen nivel pésimo- que el director técnico no le encuentra la vuelta y le erra a los planteos y a los cambios, y que no merece ni por asomo ascender. De hecho, la mitad de Avellaneda está pidiendo un milagro: que todos sigan jugando para su equipo, y que los futbolistas despierten de una vez por todas.
-Cristian Tula: el defensor siempre quiere dar imagen y sacar chapa de que tiene temperamento, de que va a todas con actitud, de que se juega la vida, etc. Lamentablemente, además de su rendimiento paupérrimo, el central demostró que ni siquiera tiene viveza ni esa supuesta “actitud”. Sumado a que defendió horrible todo el encuentro, perdiendo de abajo y de arriba, en los anticipos y exigiendo la falta, se quedó arreglándose las medias y desentendiéndose de la jugada en el momento que Quiroga casi que ni cabeceó para abrir el marcador. Luego, el entrenador marcó que esa jugada la vieron por video y sabían que era la que el local hace siempre para marcar goles. Y la confusión por el cambio no es excusa: Tula era el único que no estaba prestando atención -los demás, hicieron directamente lo que hacen siempre: la ven pasar-. Seguramente, el defensor hubiese perdido aún estando atento. Pero, por lo menos, que muestre que le importa un poco ascender con el equipo con el que descendió. O que lo disimule.
-Sergio Ojeda: inentendible como el juvenil, con una lesión, no se tiró al piso para obligar el cambio. En lugar de eso, se quedó en una pierna y quedó pagando en la jugada del gol de Gimnasia. Estos detalles significan puntos. Puntos que hoy no se pueden desperdiciar y se necesitan con el agua. Muy flojo.
-Lucas Villalba: siempre lo mismo. Muy nervioso, sufrió siempre desbordes del rival y nunca pudo serenarse para ser claro en sus subidas o en la marca. Es verdad que ningún defensor ni ningún reemplazante está para entrar y plantarse sólido en la parte de atrás, pero lo de Villalba ya es hartante.
-Martín Zapata: exaspera. No marca, no aporta en ataque, traslada mucho y genera pérdidas. Al margen queda el gol que le anularon. Pésimo
-Daniel Montenegro: desastroso lo del capitán. No sólo en este partido, sino en todo el año. No se pone el equipo al hombro, no es líder, no desequilibra, no genera juego, no ayuda en la marca, no remata al arco, no ejecuta bien tiros libres y penales, nada. Patético lo del Rolfi, que se quejó -con razón- del gol anulado. Si la diferencia va a estar en eso y no se analiza el penoso nivel del equipo y el del número diez, no hay caso. Lo dijo De Felippe luego de la derrota: “Siempre hablamos con el Rolfi. Estamos rogando para que aparezca”. Él y todos te están esperando, Montenegro. Es momento de que digas presente.
-Los delanteros: el técnico salió a jugar con dos puntas, pero poco hicieron. Se chocaron constantemente, no se entendieron nunca y se vivieron recriminando -mas que nada, Facundo Parra a Adrián Fernández-. Parra se mostró muy molesto quejoso y sin ganas. Y el paraguayo, aunque buscó mucho, lo hizo sin claridad y sin puntería en sus remates. Obviamente, no fueron bien abastecidos. Pero, aunque el Rojo debe jugar con mas de un delantero, hay que ver si los nombres encajan bien.
-Omar De Felippe: el técnico, claramente, perdió el rumbo y no encuentra respuesta en sus futbolistas. En sus declaraciones, antes y después de los encuentros, se muestra entero y con conceptos claros. Pero luego, el equipo no responde. Y aunque hay mucha, muchísima mas responsabilidad de los patéticos futbolistas, el luego le erra a los planteos o tarda mucho en hacer los cambios -y no acierta con los cambios tampoco-. No es culpa de Omar que no le cobren un gol a Zapata, o que Tula cometa una semejante destención, o que la defensa marca de manera amateur, o que jugadores clave como Montenegro desaparezcan. Pero algo debe hacer para sacarles de adentro algo a estos futbolistas. O, por lo menos, para conseguir resultados inmediatos.
LOS NÚMEROS:
-En la segunda rueda, Independiente sumó tan solo 15 puntos: 3 triunfos, 6 empates y 6 derrotas. Sólo hizo mas que Independiente Rivadavia, Patronato, Almirante Brown y Villa San Carlos.
–El Rojo lleva siete partidos sin ganar de visitante: el último, ante Brown de Adrogué por 2 a 1. Luego, 2 igualdades y 4 caídas.
-En el interior, sólo se cosecharon 11 unidades de 36: ganó 2, empardó 5 y perdió 5.
LA MEJOR JUGADA:
-El “no” gol de Zapata: buena jugada colectiva entre Fredes, Villalba, Parra y Zapata. El volante definió bien ante el arquero, pero le anularon el tanto por un offside que no fue.
LA PEOR JUGADA:
-El gol de Quiroga: desatenciones de todos, principalmente de Tula. El central se quedó acomodándose las medias, dejó sólo a su marca perdió en el cabezazo. Un detalle que significó una derrota.
EL MEJOR ROJO:
Vacante
EL PEOR ROJO:
Cristian Tula
LAS PREGUNTAS:
¿Quién tiene mas culpa de esta crisis, el técnico o los jugadores?, ¿Debe el Rojo seguir con dos delanteros?, ¿Y deben ser estos dos los delanteros?
A TENER EN CUENTA:
Ya lo dijo Omar: esto es lo que hay, y hay que intentar ascender con esto. Se perdió otra chance de volver al podio. Ahora, a ganar de local ante San Martín de San Juan para meter presión.
