LO BUENO:
-Absolutamente nada: ¿qué se puede recatar de este equipo? ningún jugador se salvó en un partido desastrozo, en el que había que ganar para intentar seguir en la pelea y, a los cinco minutos, ya se perdía por 1 a 0. Se podría destacar alguna actitud individual y esfuerzo ante tanta adversidad, como la de Cristian Tula, pero a esta altura ni siquiera eso alcanza.
LO MALO:
-Julián Velázquez: ¿seguro que el joven que se fue al Genoa y pedía selección es el mismo que el que volvió a Independiente?. Está totalmente desdibujado. Antes, mostraba entrega, solidez tanto por arriba como por abajo y soltura para salir jugando. Ahora, pierde casi todas las pelotas aéreas, no es claro para la salida y en cada mano a mano con un atacante rival comete errores fatales. Hace tiempo que no debería ser titular, pero tampoco tiene a alguien en el banco que obligue a ser sustituido.
-Osmar Ferreyra: horrible torneo del volante, que hace todo absolutamente mal. No maneja bien la pelota parada -tanto los centros como los remates del tiro libre-, no ayuda en la marca, no desborda y siempre desperdicia alguna chance en ataque. Otro que está haciendo un torneo totalmente inverso a lo que venía mostrando anteriormente.
LO FEO:
-Los “hombres de experiencia” utilizados por Miguel Ángel Brindisi: el nuevo director técnico Rojo se cansó de argumentar ante los medios y en conferencia durante la semana la importancia de los experimentados en este presente, ya que eran los que supuestamente entenderían como jugar y no se sentirían presionados por la pelea por la permanencia. Lo cierto es que, de esos siete cambios, ninguno pudo hacer un buen papel ni estar a la altura de la situación. Hilario Navarro, responsable de incontables tantos en contra en los últimos torneos, mostró otra vez que siempre se queda clavado en las anotaciones rivales. Eduardo Tuzzio, de larga inactividad, estuvo lento, impreciso, errático y demostró que no está para jugar. Roberto Battión, que nunca pudo estar al nivel que tuvo en Banfield, dio muchísimos pases mal, no recuperó nunca en la mitad de la cancha y hasta volvió a denotar malestares físicos. Lo mismo para Jonathan Santana y Víctor Zapata, que no tuvieron mucha participación en el Torneo Final y quedó claro en este encuentro, ya que aportaron poco y nada. Finalmente, párrafo aparte para Ernesto Farías: el Tecla, que vino al club con un gran currículum goleador, se convirtió en esta temporada en uno de los delanteros más improductivos e ineficaces del fútbol argentino. Otra vez, como si fuera un regalo para amigarse con el gol, recibió un despeje malo de Sara, pero la picó mal. Al minuto, el equipo perdía 1 a 0. Clásico de Farías, que si hubiese metido al menos la mitad de los goles que erró, le hubiese dado a Independiente varios puntos más. Aunque está claro que con cada técnico los futbolistas vuelven a tener oportunidades de mostrarse y quizás hasta cambiar sus malas rachas, ahora Brindisi no puede repetir el error. Por algo Amérigo Gallego había relegado a todos esos jugadores.
-La expulsión de Federico Mancuello: en un momento caliente, ya perdiendo en el resultado y en el juego, se vio desbordado por la situación e hizo dos faltas consecutivas que le valieron la tarjeta roja. La segunda infracción, una patada de caliente que hubiese pegado cualquier hincha, es el ejemplo claro de lo que estaba sintiendo.
-Daniel Montenegro: ya es repetitivo decir que debe pedir las pelotas en los momentos difíciles, porque sus condiciones y su historia con Independiente lo pide. Sin embargo, ya es hartante ver como va hacía el área y se pierde entre los defensores rivales, esperando quien sabe qué. Uno podía esperar que, sin Fabián Vargas, debía ser él el que lleve el balón desde la mitad de la cancha y que iba a tener todavía más responsabilidad y protagonismo, pero nada de eso. No asiste, no patea, no la pide, no muestra rebeldía, nada. Para colmo, sus declaraciones post partido reflejan a la perfección su estado de ánimo, actitud y liderazgo en esta situación. Deja mucho que desear.
LOS NÚMEROS:
-Historial ante Atlético Rafaela: en 6 encuentros, 4 triunfos -10 goles a favor- y 2 derrotas -6 goles en contra-. Sin empates. En el balance, el Rojo está 2 partidos arriba.
-Anterior y única derrota previa ante la Crema: por 2 a 1 en el Clausura 2004
LA MEJOR JUGADA:
-El gol errado por Farías: a los cuatro minutos, un mal saque del arquero rival le dio la chance al Tecla para abrir el marcador. Pero, como de costumbre, malogró la chance al definir por arriba y desviado.
LA PEOR JUGADA:
-El primer gol de Rafaela: un minuto después de la llegada desperdiciada por Farías, Federico González llegó de frente al arco, luego de un desborde por la zona izquierda de la defensa visitante, y no perdonó. Fue un mazazo para Independiente, que cada vez que desperdicia una oportunidad lo paga caro y no puede levantarse.
EL MEJOR ROJO:
Vacante
EL PEOR ROJO:
Daniel Montenegro
LAS PREGUNTAS:
¿Fue acertada la decisión de Brindisi de usar a los “futbolistas de experiencia”?, ¿deben seguir jugando los que estuvieron ante Rafaela?
A TENER EN CUENTA:
Como bien lo dijeron el técnico y los jugadores, ya no se puede depender de nadie. Si el propio Independiente no gana, no habrá nada que hacer.
