Daniel Montenegro fue uno de los jugadores que durante la temporada despertó amor y odio entre la parcialidad de Independiente. A raíz de eso, vivió el final del partido con mucha congoja y desahogo, reflejado ante los micrófonos de los periodistas.
El Rolfi expresó alicaído: “Se lo dedico a mi familia y a todos los que estuvieron en este año tan difícil. Estoy emocionado, estamos todos cansados, pero las emociones no se dan todos los días. Metimos todo para conseguir esto y por suerte se dio”.
Entre tanta euforia a su alrededor, el capitán dio lugar al análisis del duro torneo para Independiente: “En un momento se había complicado mucho. Cuando estuvimos ocho partidos sin ganar, se había vuelto todo muy apretado. Pero este equipo demostró fortaleza, coraje y también tuvo siete sin perder. Tuvimos triunfos importantes de visitante que hicieron que la ilusión crezca”.
Relacionado a su paso por el club dijo: “Era un objetivo pendiente. Vinimos en un momento difícil, complicado, pero siempre estuvimos y siempre le pusimos el pecho y ahora se dio”.
Mirando hacia el futuro, Montenegro dejó las cosas claras: “Ahora hay que empezar otra vez. Barajar y dar de nuevo, como lo hacen los clubes que tienen esta mala suerte del descenso. Esperemos que se tome consciencia y que las cosas mejoren”.
Finalmente, no se olvidó de quienes ya predecían un final que jamás llegó: “Se nos daba por muertos en este partido, por cómo se había dado con Patronato. Pero este equipo se hace más fuerte en las adversidades, saca la hombría y el orgullo que tiene y hoy lo demostró otra vez”.
