Apenas unas palabras, entre lagrimas, dejó Cristian Tula cuando terminó el partido.
No habían pasado ni dos minutos de que el partido había finalizado y Cristian Tula, casi como si fuese el capitán del equipo, juntó a todos sus compañeros en una ronda, los miró a la cara y les dijo a cada uno que tenían que estar con la cabeza en alto. Luego, saludó a la gente y se fue para el vestuario.
Allí, interceptado por las cámaras de Fútbol Para Todos, apenas si pudo dejar unas palabras entre lágrimas: “Más no se pudo dejar”.
Foto: La Nación