Los puntajes de Infierno Rojo en la derrota por 2 a 1frente al conjunto brasileño.
Sebastián Sosa (6): Estuvo atento ante las chances del Ceará. En el primer tiempo arregló un error de Vigo con una atajada y se jugó todo en la segunda jugada al tirarse con los pies para despejar el peligro. No pudo hacer mucho en los goles rivales.
Alex Vigo (2): Tuvo un error garrafal que, si no fuese por Sosa, hubiese terminado en el primer tanto del rival. Durante todo el primer tiempo decidió de mala manera y erró varios pases. En el segundo tiempo se lo vio inseguro al momento de asociarse con los compañeros y en la marca. Flojo.
Sergio Barreto (4): Tuvo un nivel irregular durante el encuentro. Si bien tuvo varios quites muy buenos, en ciertas ocasiones se apresuró y cometió faltas innecesarias. De todas maneras, le dio una cierta seguridad a Independiente que su compañero de zaga no dio.
Juan Manuel Insaurralde (3): En la primera parte tuvo unas malas salidas con los pies, de la cuales una provocó un contrataque rival y casi la ventaja del Ceará. Estuvo bastante mal en la toma de decisiones y varias veces quedó pagando en la marca. Tuvo un cabezazo en el primer tiempo que casi termina en gol de Independiente.
Lucas Rodríguez (5): Fue de lo más parejo de la defensa. Sin tener un buen partido, estuvo bastante seguro en la marca y pasó en varias ocasiones al ataque. De todas maneras, le faltó un poco más de determinación al momento de asociarse con el resto del equipo.
Domingo Blanco (4): Intervino de no muy buena manera en el primer tiempo pero al menos lo intentó. Se mostró comprometido con la presión alta. No tomó muy buenas decisiones y le costó soltar la pelota en el momento adecuado. En el complemento, casi no intervino en el juego. Poco de Mingo.
Lucas Romero (4): Tuvo unos primeros 20 minutos muy buenos, cortando bastantes ataques y estando cerca de la línea de los delanteros para acortar espacios. A partir de ahí su papel fue disminuyendo. Entró a ralentizar el juego y dejó de ser importante en la presión del equipo. En el segundo tiempo casi no participó del juego y pasó desapercibido.
Alan Soñora (6): Fino, inteligente. Fue el cerebro de Independiente durante la primera parte. Estuvo seguro con los pases, condujo los ataques y recuperó en varias ocasiones. En el segundo tiempo le costó hacerse amo y señor del juego, pero de todas maneras siguió distribuyendo la pelota de forma correcta.
Andrés Roa (4): Mostró la actitud que el partido pedía. Aun así, alternó buenas y malas. Estuvo atento y dio una mano en la presión como en la recuperación de pelota en el medio. Si bien tuvo buenas intenciones, no decidió del todo bien en ataque.
Leandro Benegas (3): Se fajó con los centrales durante el primer tiempo. Su esfuerzo quedó manchado por la falta innecesaria que hizo, que derivó en el gol del Ceará. Durante todo el partido no tuvo ninguna ocasión y no pudo darle peso al ataque de Independiente. Flojo del 9.
Damián Batallini (3): Estuvo indeciso en casi todas sus decisiones y por eso no pudo jugar un buen partido. Se le veía falta de confianza al momento de pasar y encarar al rival. Tras un primer tiempo donde no pudo aportar mucho al juego, fue reemplazado por Fernández.
Leandro Fernández (5): Entró con muchas ganas y participó mucho en los ataques del Rojo en el segundo tiempo. Si bien tuvo un par de errores, le dio un impulso al equipo y le dio un nuevo aire al ataque en los primeros 20 del complemento. Aún así, fue más actitud que buen juego.
Tomás Pozzo (5): Se hizo cargo del equipo en el segundo tiempo y todas las pelotas pasaron por el. Entró muy bien y trató de asociarse con sus compañeros, aunque poco se podía hacer con los pocos espacios que dejó el Ceará. Le aportó frescura al ataque por un tiempo pero después se decayó como el resto del equipo.
Rodrigo Márquez (4): Entró en un contexto donde el equipo estaba apagado y el juvenil se sumó a ese nivel. No pudo hacer mucho y no influyó en el ataque.
Gastón Togni (4): En la misma situación que Márquez, no pudo darle mayor peso al ataque del Rojo. Tuvo un remate al arco pero fue muy forzado. Poco de Togni
