Néstor Breitenbruch habló en InfiernoRojo Radio sobre su primer clásico con la camiseta de Independiente: “Miraba a la gente y no podía creer donde estaba“. Además, contó sobre los sacrificios que debió realizar para llegar a jugar en Primera División.
“Estoy muy tranquilo. Siempre con los pies sobre la tierra, sin conformarme con nada“, confesó Néstor Breitenbruch en diálogo con InfiernoRojo Radio sobre sus primeros partidos con la camiseta de Independiente en Primera División. Y agregó: “No pensé que se me iba a dar tan rápido pero venía trabajando. Trabajo todos los días para mejorar. Cuando la oportundiad llega, hay que aprovecharla“.
El defenso, de 18 años, oriundo de la Provincia de Misiones, contó el camino que recorrió hasta llegar a Avellaneda: “Me fui a los 12 años de mi casa. Estuve 5 años en la Escuela Jorge Griffa en Rosario y el año pasado llegué a Independiente. Jugué hasta mitad de año en la 5ta y después estuve en el Selectivo. A principios de este año me subieron a Primera”. Y resaltó: “Con Gaby se aprende algo nuevo todos los días”.
En relación al clásico de Avellaneda en el cual le tocó conformar el equipo titular, Breitenbruch expresó su emoción al ser convocado para jugar un partido tan importante: “Estaba nervioso y ansioso. Al escuchar a la gente, tenía más ganas de jugar“. Luego se refirió a la relación con sus compañeros: “El Ruso, Mancuello y Tula te hablan durante todo el partido. Son jugadores que conocen el club y siempre me aconsejan. Me da tranquilidad jugar al lado de ellos“.
“Cuando se paraba el partido, miraba a la gente y no podia creer donde estaba. Después me volvía a concentrar pero era inevitable no mirar la fiesta en las tribunas“, admitió el misionero.
Por último, fue consultado sobre su gran desempeño a la hora de marcar a Ricardo Centurión en el partido ante Racing: “Los profes y el técnico me hablaron sobre él. Sabia que iba a ser un partido aparte porque es el jugador más desequilibrante que tienen ellos“.
