Argentina perdió 4-3 ante Francia, jugando Octavos de Final de un Mundial sin ideas concretas y sin centrodelantero. Cuando entró Sergio Agüero, metió un gol de cabeza en la segunda que tocó.
Una decepción previsible. La Argentina de Jorge Sampaoli no tuvo nunca funcionamiento. No sólo contra Francia, sino contra Islandia, Croacia y Nigeria. Un equipo sin preparación ni intención, sin fortaleza defensiva ni calidad ofensiva, sin 9, cayó 4-3 contra la selección europea.
Una lástima por Nicolás Tagliafico y Maximiliano Meza. ¿Qué culpa tienen de la falta de planificación? Ninguna. La Albiceleste fue y vino en el partido, pero quedó muy endeble en la última línea y sufrió los ataques de una veloz Francia.
Antoine Griezmann puso el 1-0 de penal al comienzo del encuentro. Sobre el cierre de la primera parte, Ángel Di María sacó un zapatazo desde afuera del área e igualó las acciones.
Ya en el segundo tiempo, Lionel Messi cazó un rebote y su remate se desvió en Gabriel Mercado, ilusionando a todo un país. A partir de allí, la debacle deportiva: Benjamin Pavard clavó un tiro al ángulo y finalmente Kylian Mbappé cerró el marcador.
Se terminó la ilusión.
