La durísima derrota ante Riestra dejó en shock a un Independiente que se vio superado con muy poco tanto afuera como adentro de la cancha. Un golpazo que marca un antes y un después.
¿Qué pasó? Nadie sabe bien lo que pasó. O, mejor dicho, cómo pasó lo que pasó. Independiente se comió un golpazo muy fuerte, de esos que dejan traumas, de esos que marcan un antes y un después. La histórica derrota con Deportivo Riestra en el Bajo Flores por 1-0 dejó al equipo de Avellaneda en estado de shock. Y absolutamente todos se sientan en el banquillo de los culpables: desde el mal planteo del entrenador hasta la pasividad de los jugadores. ¿Qué pasó? ¿Cómo pasó?
Los dos cambios a los ¡33 minutos del primer tiempo! Expusieron al propio Carlos Tevez. Es saludable que el técnico no espere para hacer los cambios que considere hacer si ve que la cosa en la cancha no camina; sin embargo, eso dejó al desnudo la mala planificación del partido por parte del visitante.
Se hizo todo mal en la tarde del viernes. El Apache no le acertó al planteo inicial. Buscó darle continuidad al sistema 5-3-2 con el que superó tácticamente a River la semana pasada y reemplazó al suspendido Iván marcone con Gabriel Neves, de diferentes características. No funcionó. El uruguayo demostró rápidamente que no está para bancarse solo el círculo central. Su espalda fue un terreno fértil para Riestra, que ganó la mitad de la cancha y superó al Diablo en un primer tiempo en el que sacó la ventaja y hasta mereció más.
El local lo ganó con un libreto básico, sin un plan demasiado estratégico: dos líneas de cuatro compactas, aprovechar los desbordes para centrar y ganar de arriba, orden, concentración y mucho corazón. Riestra siempre controló el trámite, hasta cuando no tuvo la pelota en su poder, porque eso sucedió en la segunda parte cuando ya estaba en ventaja y porque Riestra quiso, no por mérito de Independiente.
Desde el medio hacia los costados, buscando el hueco detrás de los carrileros, los dirigidos por Cristian Fabbiani dominaron de arranque nomás y les resultó demasiado sencillo llegar hasta Rodrigo Rey. Los desajustes defensivos aparecieron rápidamente en la visita. En la primera acción, con un pase atrás de Joquín Laso que comprometió al arquero. Luego con el cabezazo en el travesaño de Nicolás Benegas tras un centro desde la derecha de Pedro Ramírez. Hasta el gol a los 16 minutos…
Se veía venir y se vino nomás. Adrián Spörle rechazó corto y mal hacia un costado, Guillermo Ramírez mandó el envío desde la izquierda ante la poca resistencia de Laso y Ramírez conectó de cabeza en el área chica entre Ayrton Costa y Spörle. Una macana detrás de la otra.
Tevez trató de reordenar las fichas en el tablero. Chau los cinco en el fondo y bienvenido el 4-4-2, con el ingreso de Alex Luna y de David Martínez por Laso y Neves. Con un defensor menos y un volante más, se lo vio mejor plantado a Independiente en el césped, pero nunca metió esa marcha más para llevárselo a Riestra por delante.
Tampoco lo hizo luego del descanso con el ingreso de Javier Ruiz por Lucas González. Y, tan grave como el planteo inicial, fue esa falta de reacción y de rebeldía para atropellar a un rival inferior que se desentendió de la pelota y se replegó durante todo el complemento para defender la mínima diferencia.
A los ponchazos, tuvo algunas situaciones. Apenas tres: una de Matías Giménez, un cabezazo de Gabriel Avalos y un pase filtrado de Ruiz para el ‘9’, que se enredó con el balón en sus pies. Muy poquito para un equipo grande que debía tirarse de cabeza para revertir el resultado.
Había mostrado signos positivos este mismo Independiente al dar vuelta el encuentro con Argentinos, al levantarse después de ir perdiendo con Barracas Central y también con River. Sin embargo, el viernes no hubo ideas, ni planificación y, lo peor de todo, no hubo fuerzas.
¿Cuál es, entonces, el verdadero Independiente? ¿El que supera a un River que tiene el mejor equipo del fútbol argentino y cuenta con un presupuesto en el fútbol profesional que triplica al del Rojo? ¿O este que se apichona y se nubla contra un equipo muy inferior que apenas transita sus primero pasos de su historia en la máxima categoría?
