Independiente disputó cuatro clásicos en este semestre, dos de ellos de Avellaneda y en ninguno salió victorioso. Es más, en dos fue derrotado y sólo marcó un solo gol. Sí, el de Leandro Fernández en el primer clásico del barrio.
Se sabía que el Rojo iba a estar en la zona más complicada de las dos, junto con River y San Lorenzo. Además, tenía que enfrentar el cruce de zonas con su clásico rival. En definitiva eran cuatro partidos en los que había que enfrentar uno de los cinco denominados grandes.
El primero fue en la cuarta fecha. El Clásico de Avellaneda tuvo su primera función en el Libertadores de América. Un partido que se encendió recién en el cierre, donde casualmente llegaron las emociones. Leandro Fernández abrió el marcador casi en los últimos minutos y cuando parecía que el Rojo se quedaba con el triunfo apareció la chilena de Lisandro López para el 1-1.
En la jornada siguiente, Independiente visitó a River. Otro partido flojo, muchas dudas y una nueva derrota del equipo de Pellegrino. Tras un rebote corto del Ruso Rodríguez, Alario aprovechó para el 1-0 final. Ese fue el último partido del Ruso Rodríguez.
El tercer clásico, el segundo de Avellaneda, se disputó en el Cilindro por la fecha 12. Un tiempo para cada uno, un empate sin goles y una nueva decepción para el hincha del Rojo.
Y, lo que ya es conocido, este sábado frente a San Lorenzo el cuarto clásico. Fue derrota 1-0 y terminó con las aspiraciones del equipo. Un plantel que arrancó como candidato y a tres fechas del final se quedó sin nada.
