Llego la primavera, pero aun así, todavía Independiente no pudo ver la luz de la victoria. En un Libertadores de América repleto de esperanza y apoyo rojo, se vio un partido en el que se rescatan pocas cosas positivas- y buenas, aun menos-.
El rojo venia de una derrota que dejo un gusto agridulce ya que fue el partido mejor jugador por parte de Independiente. Enfrente, un All Boys que supo jugar desde la inferioridad técnica que presentan sus jugadores con respecto a los nuestros. Un equipo visitante tibio, que buscaba la pelota profunda que deje a Matos o Borghello mano a mano con Hilario, fue suficiente para sabotear lo que debía ser la primera victoria roja. En el primer tiempo, luego de unos 10 minutos que parecían ser un retroceso a lo visto en partidos anteriores –partidos de los malos-, el equipo de Gallego logro la posesión de la pelota, y con ello el virtual control del partido. En la primera parte el equipo termino con un 57% de posesión.
Llegaba el complemento, periodo en el cual el rojo aumentaría un 2% más la posesión del balón. Independiente, quien fue más que un pobre equipo visitante durante todo el partido, no lograba la profundidad necesaria para convertirle a un atrincherado equipo de Floresta. De hecho, terminaron los 90 minutos, sonó el silbato y los puntos se repartieron, en un partido que era nuestro en posesión, presencia, juego, etc.
El equipo tuvo una gran performance en muchos sentidos, pero preocupa – y mucho- la falta de profundidad en los últimos ¾ de cancha. Independiente volvió a abusar de los centros como recurso de ataque, como así, también efectúo tiros imprecisos de media distancia generalmente por parte de Leguizamón. El partido conto con 3 situaciones de gol para el equipo local, es decir 1 cada 30 minutos de juego, y un tiro de fuera del área de Patricio Vidal, que fue un intento correcto, pero no más que eso.
Adentrándonos en los rendimientos personales de los jugadores, hay buenas y malas noticias, la más importante, y no justamente buena, es la racha de Farías, que si bien anoto, volvió a errar una chance muy clara en el área chica estando el partido 0-0, y preocupa, ya que al rojo le cuesta crear situaciones claras, y encima de eso no hay precisión en la definición. Otra mala, fue el debut del lateral izquierdo, Juan Manuel Trejo, quien en ningún pasaje del partido mostro condiciones –al menos, en este encuentro- para ser el tres titular, o luchar el puesto. A estos puntos bajos, se suma el mal rendimiento de Leguizamón, quien no pudo cumplir el rol de creador de juego, y cuando tuvo la chance de hacerlo, tomo malas decisiones.
Por otra parte, el rendimiento de Battion, el mejor de la cancha, entusiasma ya que en campeonatos pasados el puesto de volante defensivo, el 5 como es conocido vulgarmente, fue un punto a reforzar. También se unen a esto, el rendimiento de Ferreyra, de Rosales, quien inexplicablemente fue suplente y cuando le toco entrar fue quien manejo el movimiento de la pelota en el equipo, con pases precisos y centros que llegaban al área – a diferencia de los otros-. Por último, no se entiende por qué Patricio Vidal no entra en el once inicial, ya que en lo que va de la temporada es uno de los puntos más altos –y más desequilibrantes- del equipo.
Ya solo quedan 11 partidos del Torneo inicial, y el rojo sigue sin conocer la victoria, jugando un buen futbol al que le falta el toque quirúrgico en los últimos metros. Independiente querido, que salga el sol y crezcan los frutos, primavera llego, estación lluviosa si las hay, pero el rojo está viviendo una sequia, que esperamos no sea pronostico extendido.
