Claudio Riaño, que fue figura en el debut del Rojo ante Rafaela pero después sufrió problemas físicos, pudo ser titular y aportó dos goles en el triunfo por 5 a 3 ante Quilmes.
Riaño fue determinante con su par de goles. Pudo meter las dos que le quedaron, una luego de un rebote y otra cuando el partido se moría, para conseguir sus dos primeros gritos en el club y aportar lo suyo en la victoria. Pero también tuvo un importante despliegue para tirarse a los costados y pivotear. Sin tantos espacios para asociarse y encarar de frente al arco desde afuera del área, como ante Atlético Rafaela, el ex Boca se vistió de goleador. Ojalá siga así.
